Piercing (2018)

Después de rodar la perturbadora "The Eyes of my mother" Nicolas Pesce tenia el liston muy alto, en Piercing ha utilizado solo tres actores y tres localizaciones para contarnos una historia sádica-sexual-violenta al más puro estilo giallo, incluso utiliza música de de algunas películas italianas "Tenebre","Rojo Oscuro" y "La dama de rosa mata siete veces". También nos recuerda a "Audition" de Takashi Miike.

Pesce desarrolla un juego de engaños para aliviar el instinto asesino del protagonista interpretado por Christopher Abbott que con el beneplácito de su esposa Mona (papel que interpreta la española Laia Costa) matara a una prostituta en la habitación de un hotel, la descuartizara y hará desaparecer el cuerpo. Pero la chica en cuestion Mia Wasikowska no se lo va a poner muy fácil. 

A pesar de sus 81 minutos de duración y de tener escenas intensas y muy interesantes la película no consigue hilar bien el argumento, perdiéndose en algunos momentos, pero el elegante trabajo de cámara con pantallas divididas, las canciones pop y ese regusto a cine italiano setentero hacen que disfrutes la pelicula.

Basada en una novela corta de Ryû Murakami para mi no llega a la altura de su anterior film, pero hay que tener muy en cuenta a este director para futuros proyectos.
Destino Arrakis.com

Soy una gran amante de las novelas de Ryu Murakami(el otro Murakami), al cual se confunde siempre con Haruki Murakami por su apellido. Sin tener absolutamente nada que ver los escritos de uno y de otro.Como fan incondicional de Murakami he visto la película con ojo critica, dispuesta a interceptar todos sus fallos y parecidos con el libro.

Suelen decepcionarme mucho las adaptaciones de libros que se llevan a cabo en el cine pero en este caso me ha parecido aberrante. La novela de Murakami es una obra complejísima. Desde el argumento o las escenas hasta la elaboración de cada personaje. Kawashima y Chiaki son dos personajes muy atormentados. Detrás de su cinismo, frialdad y crueldad esconden graves heridas fruto de traumas del pasado. Toda esta carga dramática se manifiesta en el caso de Chiaki en su cuerpo y en el caso de Kawashima en la manera que tiene de relacionarse con los demás y mantener afecto incluso en su propia familia, esa que el ha creado.
Uno no puede ofrecer lo que nunca ha tenido.


Ahora bien, la cinta de Nicolas Pesce se aleja mucho del libro captando únicamente el humor negro, el sadismo y el surrealismo. No puedo opinar mucho su trabajo como director porque esta es la única película que he visto de su filmografía. La cinta no es del todo mala pero no llega a ser digna de un libro como el citado.
No todo es malo. Algunos de los aciertos que me han parecido interesantes han sido esas evocaciones constantes al cine de David Lynch y la forma que ha tenido de plasmar la relación entre los protagonistas. Sin destacar nunca quien es el verdugo y quien la víctima, en ese juego del gato y el ratón que nunca acaba de resolverse.

No obstante, el personaje de Mia Wasikowska presenta el mayor despropósito de la película.
Un personaje que en la novela tiene un valor primordial y cuyo carácter es definido al cien por cien, entendemos porque actúa y como actúa, en esta película ha sido despojado de un fin.
No llegamos a comprender sus acciones ni lo que motiva sus actos. Y es una pena teniendo en cuenta que este personaje si contaba con un gran potencial para explorar y presentar en la gran pantalla.

¿Recomiendo la película?

Rotundamente no.

¿Recomiendo leer el libro?


Por supuesto.


Y tal vez si yo no hubiera leído el libro, apreciara más la película. Pero valorando lo leído, me es imposible comprarla.