The City of Lost Souls (2000)

Él es brasileño, ella es china, y no hay sueño más grande para ambos que permanecer unidos, en contra del aciago destino.
El camino de su felicidad está plagado de violentos yakuzas, adustos policías, traficantes, armas, drogas y sangre por doquier, pero juntos podrán vender todos los peligros. Historias de amor como esta sólo se ven en el cine.

En mi viaje a Japón para pasar estas navidades junto a mi prometida y su familia visité con regularidad un videoclub donde podías encontrar todo tipo de películas, y la verdad es que tuve mucha suerte al dar con "The Hazard City" (también conocida como "La Ciudad de las Almas Perdidas"). Viendo lo que últimamente está haciendo Takashi Miike, que no es que merezca mucho la pena, las cosas como son, da gusto echar la vista atrás y hallar obras como la que nos ocupa, cuando el director realizaba originales y atrevidos proyectos con más libertad de la que parece gozar hoy día.
Hablamos de esa etapa de su carrera en la que entró en el nuevo siglo habiendo pasado casi un decenio perfeccionándose en el cine de yakuzas, con títulos a recordar como "Shinjuku Triad Society", "Fudoh" o "Dead or Alive", de cuya constante procede "The Hazard City", escrita para la ocasión por Ichiro Ryu basándose en la novela de Seishu Hase. En el mismo año 2.000, cuando Miike disfrutaba de gran éxito internacional gracias a "Audition", se lanzaba a experimentar con su serie "M.P.D. Psycho" y se iba a Filipinas a rodar "The Guys from Paradise", nos traía esta trepidante y alocada historia de amor que se queda, sin ninguna duda, entre sus mejores trabajos.

Mario es un gangster brasileño, chiflado e implacable que ha de reencontrarse con su novia Kei, de origen chino, y salvarla de una inminente deportación. Tras una huida de lo más impresionante aterrizan (literalmente) en la ciudad de Tokyo, donde intentarán por todos los medios conseguir dinero para salir del país y dirigirse a Taiwan; no obstante esto va a ser más difícil de lo que creen, pues se cruzarán con unos yakuzas a los que robarán un montón de cocaína por error, un grupo de mafiosos chinos cuyo líder está aún enamorado de Kei y una prostituta llamada Lucía que fue abandonada por Mario, a quien guarda un tremendo rencor.
La pareja deberá pasar por un sinfín de tropiezos y enfrentarse contra innumerables enemigos, aunque el amor que los une es mucho más fuerte y letal. Y así funciona la película, a todas luces la clásica historia de los amantes contra el Mundo y en fuga permanente que llevamos viendo y escuchando desde el principio de los tiempos, no muy alejada de las propuestas en "La Huida", "Amor a Quemarropa", "Corazón Salvaje" o "Asesinos Natos", pero Miike, lejos de ponerse sentimental, incrusta este bonito romance en una aventura repleta de acción desenfrenada, violencia extrema y humor negro a raudales que a menudo raya el puro surrealismo, lo que es su marca de la casa.

De hecho, desde que empieza la película con la espectacular persecución en helicóptero, precedida de una secuencia de apertura que parece dirigida por Robert Rodríguez, se mantendrá el mismo nivel, gracias al estilo del director (planos aberrantes, cortes rápidos, movimientos de cámara abrumadores), quien introducirá a los protagonistas en su clásico escenario de prostitución, drogas, sadismo, mafias, tragedias familiares y peleas, en definitiva la degenerada y corrupta sociedad según Miike, donde los inocentes siempre mueren y el afán de lucro consigue enfrentar a la gente (los que se declaran amigos de Mario le perseguirán sin tregua cuando la yakuza ponga precio a su cabeza).
Así es, el violento circo de ritmo frenético que parece ser "The Hazard City" alberga serias cuestiones, siendo la más importante el fuerte rechazo de los japoneses hacia los extranjeros, ya sean asiáticos o de occidente (cosa que entiendo muy bien); este choque de ideas, comportamientos y culturas se muestra continuamente (siendo el mejor ejemplo la demoledora explicación que ofrece Ko sobre la guerra permanente entre chinos y nipones). Esta crítica a la xenofobia y a los problemas de inmigración en el país da como resultado una mixtura realmente original y exótica, donde tendremos gangsters japoneses, brasileños, chinos y hasta rusos.

Miike, por supuesto, prefiere recurrir al humor para quitarle hierro al asunto, un humor bizarro y pasadísimo de vueltas que invade el metraje con escenas tan impagables como la pelea de gallos (ojo cómo parodia "Matrix"), cuando Kei prende fuego al ruso o cuando Yamazaki empieza a bombardear el cuartel de Ko, todas ellas ocupadas por una galería de personajes "freaks" sin desperdicio alguno; el tono se vuelve más serio a partir del secuestro de Carla, aunque eso no evita que se nos deleite con un par de momentos la mar de disparatados, desembocando en un inesperado final que dejará ojiplático al espectador (lo comentaré en la Zona Spoiler).
En el variopinto plantel se unen talentosos y gamberros actores que saben amoldarse al psicodélico universo del director, destacando la presencia de Teah, la guapa Michelle Reis (a la que muchos ya conocerán por su papel en "Ángeles Caídos"), Mitsuhiro Oikawa, Ren Osugi, Marcio Rosario, Akaji Maro, Eugene Nomura y el músico y actor Koji Kikkawa, que aparecería en "The Guys from Paradise". Con su trágico romance, su drama y su crítica social, "The Hazard City" no deja de ser el clásico "thriller" de yakuzas de Takashi Miike, retorcido, sucio, divertido y extravagante hasta decir basta.

Pero para los fans del director será un verdadero placer descubrir, sobre todo aquellos que aprecien más la primera etapa de su carrera, infinitamente mejor que la actual.