Nueve vidas (2005)

Rodrigo García repite con una película de historias entrelazadas protagonizadas por mujeres. Después de la maravillosa Cosas que te diría con sólo mirarla, en 9 vidas reune 9 cortos protagonizados por 9 mujeres en el que cada uno captura un instante, expresa un sentimiento.

La forma de contar cada historia es impresionante. Las escenas largas, sin cortes; los primeros planos, los movimiento rápidos y claustrofóbicos y la posición de la cámara siempre enfocando a la protagonista o en ocasiones siendo sus ojos. El reparto es impresionante: Glenn Close, Dakota Fanning, Holly Hunter, Sissy Spacek, Robin Wright Penn, Miguel Sandoval, Joe Mantegna, Jason Isaacs, Kathy Baker... Y cada personaje está meticulosamente elegido y transmite a la perfección la carga emocional de cada corto.

Algo que eché en falta en el film fue el sentido de entrelazar las historias, el hecho de que cada corto tuviera personajes comunes. Siempre es curioso e ingenioso entrelazar historias pero creo que se le debe dar un sentido para que no quede sólo en eso, curioso.

Por otro lado entre los 9 cortos hay dos que sobresalen del resto: el corto del supermercado interpretado por Robin Wright Penn y Jason Isaacs por su forma de grabarlo, el guión que cuenta en apenas 13 minutos todo un pasado, todo el presente y un posible futuro, y la desesperación y tensión del final; y el corto del cementerio protagonizado por Glenn Close y Dakota Fanning, donde un giro de cámara apartándose de los protagonistas y volviendo a ellos encierra toda una historia, donde unas uvas encierran tanto... simbolizan todo lo que no ha mostrado la cámara. ¡Espectacular!

No es como se ha dicho y redicho un film acerca de la vida de nueve mujeres, es más, es también sobre la vida de distintos hombres entremezclados con esas mujeres. Por ejemplo, el sheriff Ron (Miguel Sandoval), que tiene que ver con la 1ª vida, la encarcelada Sandra (Elpidia Carrillo), también forma parte de la 3ª, es el padre que abusaba sexualmente de su hija negra, Holly (Lisa Gay Hamilton) cuando ésta era niña y jovencita; o Damian (Jasson Isaacs) el antiguo amor de Diana (Robin Wright Penn) a quien encuentra casualmente en un supermercado, 2ª vida, también sale en la 4ª vida como esposo de Lisa (Molly Parker). Es decir, descubrimos mucho de la vida de ambos hombre intervinientes en dos de los cortometrajes. Con lo cual no sólo se cuenta la vida de nueve mujeres sino también la de estos dos hombres.

Y también resulta interesante ver como algunas de estas vidas narradas se entrecruzan: por ej. Sandra, 1ª vida, sale de referencia en la vida de Ruth, la 7ª; Holly, la 3ª, sale como enfermera profesional que atiende a Camille, la mujer de la 8ª vida; Sisy Spacek, que hace de madre de Samantha, la joven de la 5ª vida, también protagoniza a Ruth, la mujer de la 7ª vida; la médico Alma Wyatt (Mary Kay Place), que en la vida de Iorna, la 6ª, hace un papel secundario acompañándola en un funeral y provocando la risa de ésta —¿por qué será que en los funerales que no nos acongojan directamente, nos entra la risa por cualquier detalle?— a la vez hace el mismo papel de Dr. Alma Wyatt en la vida 8ª, la de Camille, a la que saluda y avisa de que su operación va a salir bien; y así mismo, los antes indicados actores masculinos también intervienen con la misma personalidad en dos de los microrrelatos fílmicos. Es decir, toda una mezcla curiosa del directo Rodrigo García, genialmente estructurada.

Cabe destacar a su vez varias curiosidades más, por ej. la niña que hace de hija de Sandra, la mujer hispana encarcelada, que va a visitar a su mamá a la cárcel, es nada más y nada menos que la pequeña actriz Chelsea Rendón, la misma que protagonizó la película de Jesús Nebot y Julia Montejo "Sin retorno" (España 2001).

Para mi, de todos microrrelatos el más preciso, por la historia de amor que cuenta con tan pocas palabras y escaso metraje, es el de "Diana". Ella le reprocha a él que apareciéndose de pronto después de tantos años, le diga que siempre piensa en ella, pero es la verdad e igualmente es verdad que aunque ella trata de hacerle comprender que ahora ya está embarazada de otro y no querría liarse de nuevo con su novio del pasado, pues ambos ya tienen sus vidas comprometidas con otras personas, a pesar de ello, Diana tampoco puede evitarlo y en el último instante quiere volver a reencontrarse con él y saborear aquella copa de ambrosía del que fue su gran amor, pero la vida lo mismo que pone delante de nosotros imprevistas invitaciones a saltar a otro universo, nos la retira de improviso si le volvemos la cara.



Fej Delvahe