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Doctor, ¿estoy buena? (1980)

7
Échale la culpa al pamango
Típica comedia italiana pseudo-erótica de enredos, protagonizada por la bella española, nacida en Santiago de Chile, Verónica Miriel, quien enseña pechuga, muslo y tesoro. La escena de la ducha ("no te quedes ahí, pasa, después de todo soy tu mujer"), así como la propuesta de ésta al "doctor" Montagnani ("no me acostaré con nadie si antes no lo hago contigo") prueban hasta que punto ha estado desaprovechada en el cine la Sra. Miriel (algunos sólo la recordarán por su aparción en la aceptable "Perros Callejeros II", de José Antonio de la Loma, o en la tibia "La llamada del sexo"). No así en las revistas, ya que en su época fue asidua de portadas en "Interviú", "Pronto", o "Fotogramas". Los espectadores de la época la recordarán especialmente por su aparición con un desnudo integral (subrallo lo de "aparición") en La 2 de televisión, en un capítulo de la serie "Original", convirtiéndose así en la primera actriz que aparecía íntegramente desnuda en un espacio de la televisión española.

Volviendo a la película que nos ocupa, la excusa argumental es una fruta afrodisíaca llamada "pamango" (de aspecto similar a un kiwi) que un compañero del Dr. Frontoni (el brillante Luciano Salce) ha descubierto en una isla paradisíaca, y que da a éste a experimentar. A destacar la presencia de la gran Olga Karlatos (de indudable belleza), así como la aparición de nuestra Trini Alonso (que está divina, como siempre), y del gordito Lucio Montanaro, en breves pero muy divertidas apariciones.

Como curiosidad, las dos intérpretes de la cinta, que en el film se las hace italianas, en realidad no lo son (por lo que en la versión original fueron dobladas): Miriel es española y Karlatos es griega. De allí que en ambas su anatomía pectoral sea más bien discreta, lejos de la exhuberancia que muestran actrices italianas como Sofia Loren o Monica Bellucci, sólo por poner dos ejemplos.

Por lo demás, los chistes son bastante malos, el guión está muy visto en el cine de aquella época, la banda sonora parece sacada de un todo a 100 y la fotogra es pésima y los encuadres son inexistentes. El doblaje, eso sí, está perfecto. Sin embargo, hay cinco escenas por las cuales, a mi juicio, merece un 7, y que las expongo en el spoiler.

En resumen, una italianada divertida que bien merece la pena por la escultural belleza de la Miriel.
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