Agatha Christie: Poirot - La desaparición de Mr. Davenheim (TV) (1990)

En este regular caso de Poirot, de un metraje de 50 minutos, aparecen juntos como siempre, Poirot, Hasting, Japp y Miss Lemon, en un episodio de lujo, con unos coches de época realmente admirables, y con un vestuario exquisitamente acertado. Nuestro capitán Hasting, tendrá que descifrar, investigar e informar a Poirot, de todas las pistas de la desaparición de un financiero con intereses en Sudáfrica, ya que una apuesta con el inspector Japp de cinco libras, le impide salir de su apartamento. Es un caso que esconde un original y sencillo desenlace, más bien cogido con pinzas.
Este es un capitulo que esta un poco por debajo del nivel, de todos los de esta buenísima serie de casos del genial detective. En general es una buena serie, incluso notable en muchos aspectos con un David Suchet en estado de gracia en su papel de Poirot.
La ambientación de este episodio es francamente impecable, tanto en los exteriores e interiores, en los decorados, en el vestuario, y con la elegancia y la educación típicamente británica que desprenden todos los personajes, todo ello de una gran calidad.
Resumiendo: Perfecta para una tarde o noche para disfrutarla sin prisas, un 6 merecido.

Dominio del ritmo, control de la pausa, belleza en cada escena, intriga, cuidada ambientación y exquisita banda sonora.
El misterio que propone A. Christie se extiende como una nube tupida que quiere teñir el argumento con la incertidumbre de la tensión
El guión de D. Renwick recorre con habilidad los detalles de la historia para que A. Grieve pueda dirigir una película severa pero fluida, coherente, seductora, dinámica y de magnífica ejecución cinematográfica.
D. Suchet deja sobre el celuloide la impronta de su talento con la siempre estupenda compañía de H. fraser y P. Jackson.