Nodame Cantabile (Serie de TV) (2006)

Serie compuesta por 11 episodios que tuvo sus origines con el manga, de Tomoko Ninomiya allá por el 2004. Durante todo este recorrido, los espectadores disfrutaran de una historia de amor entre dos genios de la música, que cuando se conocen no tienen muy claro su camino en la vida, pero con el discurrir del tiempo, avanzaran en ese camino, al mismo tiempo que su relación, siempre con paso firme y con alguna que otra adversidad, pero todo ello rodeado de buen humor, buenos compañeros y sobre todo, de buena música, los clásicos vistos y explicados como nunca se había hecho en televisión, aunque el final queda abierto.

Adaptar este tipo de series a la televisión es bastante difícil, porque hay que recordar que provienen del manga, pero al ser cómica, adaptar ciertos movimientos y ciertos elementos no son nada fácil, de ahí que la elección de personajes debe ser un acierto, y en este caso, hay que reconocer que el trabajo de adaptación fue tremendo, sobre todo en caracterización, y lo que no se podía adaptar, se ha usado los efectos, aunque algo baratos y escasos, pero muchas veces suficientes para lo que se quería describir, por lo tanto las elecciones de Juri Ueno como de Hiroshi Tamaki, fueron un acierto, ya que supieron transmitir las emociones originales del manga a todos los espectadores, aunque para ello tuvieron que sobreactuar.

Otro tema, es la música, la exploración, comprensión y enseñanza de las grandes obras de los clásicos como Mozart, Chopin, Falla y demás, entretienen y escarban en la curiosidad del espectador de tal forma, que obligan a la indagación, y al querer conocer más, y porque no, el dar a conocer al “otra” música desconocida para la inmensa mayoría.

Es una serie perfectamente sana, donde se aprende al mismo tiempo que se disfruta, y si quieren acercarse más aun, recuerden que aun quedan dos especiales y dos película para acarse completamente, además de una serie de animación, que también les será grata, aunque tengan en cuenta, que la historia es la misma, pero un poco más detallada y donde aparecen esos pequeños detalles que no pueden ser llevados a la televisión.

El primer capítulo me pareció un poco tonto, con los actores sobreactuando y a menudo dando la sensación de que no se lo toman en serio. Sin embargo, para cuando me quise dar cuenta, me había encariñado de la mayoría de los personajes (de Nodame concretamente estoy enamoradísimo), y es que, aunque muchos son caricaturescos y con bastante frecuencia los intérpretes siguen sobreactuando, todo ello le da un toque humorístico muy agradable sin el cual la serie perdería casi todo su atractivo.

Todo el reparto está elegido con gran acierto. Los dos protagonistas resultan perfectos en sus respectivos papeles, y de los secundarios, sin que desentone ni uno solo, me quedo con Eita y, por supuesto, con el grandísimo Naoto Takenaka, que haga lo que haga con verle me parto de risa. Y lo que más me sorprende es lo bien que tocan su instrumento correspondiente y dirigen las orquestas (o lo bien que hacen como si tocaran o dirigiesen). También es cierto que no soy ningún experto en música, y quizá alguien que controle del tema les note fallos, pero a ojos de un profano es una pasada.

La música tiene un papel muy importante y alegra en muchas ocasiones los oídos del espectador, pero la serie no es un musical, ni mucho menos. Está ahí como fondo y sirve de pretexto para que asistamos a las pasiones y sueños de los estudiantes de la academia.

Resumiendo: deliciosa, hilarante, divertidísima y entrañable. Como su protagonista.