El aprendiz de verdugo (2016)

La segunda película de Boo Junfeng, participante en ‘Un Certain Regard’ en Cannes de 2016, es una dura y precisa película que narra el camino a la redención de un hombre que a la vez se busca a sí mismo.

La historia que narra es la de Aiman, un exsoldado de 28 años que entra a trabajar como guardia a una cárcel de máxima seguridad, ahí conocerá a Rahim, el verdugo, quien es el encargado de preparar y ejecutar en la horca a los condenados a muerte.

Aiman esconde un secreto de su pasado relacionado con su padre que lo lleva a dar datos falsos en su registro laboral y que le une a Rahim, con quien tiene un inicial acercamiento hasta llegar a convertirse en su aprendiz, a pesar de la negativa de su hermana y del sentimiento que le genera ese oculto secreto.

La película narra su historia con dureza y sobriedad, donde cada elemento tiene su propia importancia lo mismo que las miradas, los diálogos y los silencios, así como la geografía del lugar, en este caso la cárcel, la cual es aprovechada en cada rincón y pasillo para dar forma y holgura a esta historia.

Todo el relato es llevado desde el punto de vista de Aiman, el protagonista, personaje que tiene un acertado desarrollo, que van de emociones contenidas, hasta llegar a explotar desde su rabia contenida, donde la construcción de cada plano y el montaje construyen un relato poderoso, con una fuerte carga moral.

Boo Junfeng consigue una película irreprochable, una historia de venganza, culpa y redención contundente y atrapante.


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Interesante drama originario de Singapur que deambula entre lo carcelario y lo psicológico, donde una trama muy sencilla se las ingenia para superar sus facetas previsibles y elevar el nivel de complejidad, derivando en un final muy atractivo.
El director y coguionista Boo Junfeng (Sandcastle, 2010) edifica una narración simple pero que tiene sus derivaciones conflictivas que van tomando vuelo en la medida que avanza, poniendo por delante la venganza y los conflictos familiares del pasado, para potenciarse sobre los dos protagonistas que le aportan lo mejor de las sigilosas disputas psicológicas.
Con un paso sin premios por la sección Un Certain Regard de Cannes, la propuesta de Boo Junfeng no deslumbra pero atrapa con ese aroma a que algo esta por suceder y todo puede explotar emocionalmente, pero se las ingenia para mantener esa tensión y derivar con un final que desliza hacia una arista inesperada y sencilla, pero muy potente.

Calificación Fanaseriecine: 6 sobre 10