Agencia matrimonial (1934)

Por aquello de que, el nombre de cada persona tiene su significado, es bien probable que los padres de Victor (Hugo) Halperin, hayan decidido llamarlo así, presintiendo que su hijo se encaminaría por los senderos del arte. Victor, como prefirió seguirse llamando para simplificar, y para que nadie lo comparase con el célebre escritor francés, tuvo su inclinación primero por el teatro y unido a su hermano Edward, produjeron, actuaron y dirigieron algunas obras escritas por ellos mismos. Después, interesados por el amplio espectro de difusión que ofrecía el arte cinematográfico, fundaron una productora y se definieron por el romance y el terror, dos géneros que han atraído siempre a numeroso público.

En el género de terror, fueron ellos los primeros en realizar una película que impondría el tema de los zombis y, “White Zombie” (1932), película que dirigió Victor y protagonizó Bela Lugosi (el mismo de “Drácula”, fue un gran éxito de taquilla. Al año siguiente, también tuvieron éxito con “Supernatural”, filme que como siempre dirigió Victor y protagonizaron, Carole Lombard y Randolph Scott.

Empero, en el género romántico los hermanos Halperin no fueron tan afortunados, y después de tres o cuatro películas que pasaron totalmente desapercibidas… para su desgracia ¡y su suerte!, su historia más afortunada (convertida a guion por Glenn Tryon) fue la que ambos escribieron para la película, <<AGENCIA MATRIMONIAL>>, que dirigiría George Stevens, un hombre que tenía una gran vena para la comedia (había sido el cameraman de varios filmes de Laurel & Hardy), y aunque éste era apenas su segundo filme, ya empezaba a demostrar que tenía suficiente talento como para ser uno de los grandes directores de Hollywood.

Se trata aquí del empleado de una oficina de licencias matrimoniales que, por un infortunado error, termina de patitas en la calle, pero, dispuesto a salir adelante, se las ingenia para crear una agencia para solteros con ganas de matrimonio… y así, Romance Incorporated -que fundará con un taxista que luego resulta ser un hábil abogado-, termina siendo una exitosa agencia que producirá un montón de satisfacciones, unos cuantos líos… y hasta un encantador romance que quizás vaya tomando forma.

La trama, bastante dinámica e ingeniosa, se reafirma con divertidos y muy logrados diálogos… y aunque en los créditos no hay nombres rutilantes, el reparto es estupendo y en realidad se trata de un grupo de actores con un amplio historial y una gran aceptación. Stuart Erwin (William), era un efectivo comediante con créditos en más de 40 películas y su historial superaría luego los 100 títulos. Rochelle Hudson (Cynthia), fue una carismática actriz con una voz acariciadora y un rostro adorable, quien a partir de aquí tendría créditos en filmes tan importantes como: “Judge Priest”, “Imitation of Life” (1934), “Les Misérables” (1935) y otros. Pert Kelton (Allie), estupenda y polifacética comediante, solicitada luego por grandes directores como, Walter Lang, Lloyd Bacon y George Stevens, quien volvió a tenerla en “Annie Oakley”. Richard ‘Skeets’ Gallagher (Van Dusen), veterano actor que nos brinda un astuto y divertido personaje… y con ellos se consolida un delicioso filme con el que se pasa un rato inolvidable.