En el plató de 'En busca del arca perdida' (2012)

Hubo una época, llamada "los 80", en la que los "Así se hizo" (véase spoiler 1) eran documentales que describían con generosidad la producción de una película. Aún recuerdo cuando emitieron la película "Cristal Oscuro" (1982) en La 2, seguida de su "Así se hizo". El segundo duró dos horas. ¡Casi lo mismo que la película!

Luego llegaron los 90, y los "making of" dejaron de mostrar los intestinos de las producciones y de homenajear a todos aquellos profesionales que siempre se quedaban tras la cámara, para ser meros productos promocionales. Metrajes de quince o veinte minutos, en donde los protagonistas se dedicaban a hacerse la rosca los unos a los otros, alabando lo maravilloso que había sido trabajar para Fulanito o los buenos momentos que tuvo con Menganito. Basura que no contaba casi nada de interés.

Con la llegada de los DVD, además, se inició una maniobra consistente en rellenar los discos con material adicional. El mismo que una década atrás hubiera formado parte del "making of", ahora se usaba como excusa para volver a sacar a la venta la película de turno en formato digital, a veces sin ni siquiera alguna mejora, pero llenando los discos con metraje que sirviese de gancho (véase spoiler 2).

El material que aquí tenemos fue publicado en el 2012, aunque usando metraje grabado durante la produción de "En busca del arca pérdida" (1981) a lo largo de 1980. Sin narrador alguno, sigue el hilo argumental de la película para enseñar al espectador cómo se rodaron las escenas más míticas de la cinta, conformando así un relato de casi una hora. Tanto es así que, aunque no están todas las que son, sí son todas las que están. Además, hace uso de un detalle interesante, porque todo el metraje, declaraciones ante la cámara y grabaciones del entorno de trabajo, están ambientadas con las partituras correspondientes a cada escena. Esto genera una inmersión muy conseguida porque, si bien los ojos ven lo que hay detrás de las cortinas, el oído navega con la música que John William preparó para esa escena.

Se logra así un producto de muy buena calidad, en donde podemos ver algunos de los entresijos ocultos tras una película, caso de la enorme planificación que hay detrás de cada escena, la necesidad de lidiar con equipos descomunales, la importancia de la comunicación en las organizaciones y algunos de los problemas que van surgiendo. Tampoco es de recibo olvidar el sentimiento de artesanía, de trabajo manual, que impregnaba el cine de entonces, con los "chroma" teniendo una importancia residual. Aunque hoy día todo sea más flexible y rentable, el trabajo físico, de chapa y pintura, de construcción, de manejar masas de extras, le dan una envergadura y una atmósfera épica que ya no es fácil de encontrar.

Asimismo, se muestran escenas descartadas junto con detalles bien conocidos por los seguidores de la saga, que no por ello carentes de interés. Su tono informal, su grano e, incluso, la mala calidad de algunas imágenes, contribuyen también a una cercanía al proceso de producción. Si, además, se combina con la posibilidad de ver y escuchar a unos actores y a un Spielberg aún jóvenes, el valor aumenta. En este sentido defiendo la valía de este tipo de declaraciones e imágenes registradas a comienzos de la carrera de los actores y directores, pues creo firmemente que aportan una visión mucho más sincera que las sesudas y vacuas declaraciones que, décadas después, realizan ante las cámaras. Por ejemplo, el Spielberg de hoy, aun siendo mucho más experimentado y sabio, no da puntada sin hilo ante un micrófono, ya que solo le importa vender el producto. Y otra cosa no, pero el juego de Hollywood lo conoce muy bien.

En resumen, un material valioso que todo aficionado al cine debiera visionar. No cansa, es interesante e invoca en quien lo ve un sentimiento de aventura que el cine actual parece haber perdido (véase spoiler 3).