La patrulla del coronel Jackson (1945)

Como cualquier película bélica hecha en este periodo tiene fines propagandísticos como no podía ser de otra manera, por mucho " basado en hechos reales" con que nos quieran impresionar.
Ahora bien. Los que no puedan aceptar esto convendría que buscaran en otro sitio o bien disfrutaran de los numerosos documentales realizados al respecto que los hay a cientos.
La película cumple bastante eficazmente su misión de informar sobre hechos muy poco conocidos como son las guerras de guerrillas filipinas que se organizaron luego de la pérdida de Bataan y la ominosa " Marcha de la muerte" a que dio lugar, cuando las tropas japonesas tomaron el control del país y los estadounidenses se vieron obligados a abandonarlo.
Lo cierto es que, teniendo en cuenta que esta peli está producida por la humilde RKO y no se advierte por ninguna parte que disponga de presupuesto o medios, me ha sorprendido muy favorablemente lo bien que maneja Dmytryk las escenas de acción que resultan contundentes, explícitas, bien realizadas y con una violencia inusitada para la época, (siempre atemperada por la censura).
Es, con mucho, lo que mejor funciona en el film, las escaramuzas.
John Wayne da vida a un coronel norteamericano que recibe la orden de organizar al grupo de guerrilleros filipinos que han de luchar contra los japoneses hasta que el ejército pueda volver después de huir con el rabo entre las piernas.
Le acompaña en esta tarea Anthony Quinn, como líder nativo muy respetado entre los suyos por ser nieto de un libertador en la guerra contra España. Beulah Bondi interpretará el papel de maestra de escuela, una patriota y también hay que destacar a Fely Franquelli, novia de Quinn, que aporta cierto toque dramático por su condición de "traidora" al haberse pasado, aparentemente, a los japoneses y servir a su causa como emisora de propaganda.
No faltan ciertas escenas hechas con ánimo de conmover exaltando la valentía y lealtad de los nativos filipinos de los que, curiosamente, ninguno tiene un sólo momento de flaqueza excepto el propio Quinn, en lo que le hace aparecer, a mis ojos, como al personaje más realista.
Wayne, aquí, es Wayne, el padre de todos y tiene varios momentos memorables (con el muchacho por ejemplo) y siempre es un placer verle actuar por sí mismo. No parece que tenga que hacer nada. Simplemente, ser él.

Y algo que me parece importante mencionar y que, quizá, pueda justificar la sensación entrecortada, como anecdótica y no muy bien planificada de la que da sensación el film. Al parecer esta cinta se estaba rodando al mismo tiempo en que estaban sucediendo los hechos que relata. Los guionistas se vieron obligados a reescribir varias veces el guion conforme les llegaban las nuevas noticias. Creo que ese aspecto de improvisación se nota bastante y no le favorece pero teniendo en cuenta todas estas desventajas, creo que Dmytrik consigue salir airoso del reto.

De corte descaradamente panfletero, empezando por el narrador que le da un color inigualable a las "hazañas heroicas" del ejército norteamericano, hasta la escena explícitamente vomitiva donde la maestra les enseña a los niños que los soldados estadounidense son los héroes de su patria filipina. El director abusa constantemente de la búsqueda desenfrenada de la sensiblería barata utilizando al niño filipino como chivo expiatorio, el pequeño juega a ser soldado y de una forma cutre y evidente parece encontrar en Wayne una figura paterna, repelente recurso.

Entiendo que en su época, antes de la globalización y la llegada de los medios ultra masivos de comunicación, este tipo de películas funcionaran como fuente publicitaria para la suma de adeptos al ejército, pero vista hoy no se la puede tomar en serio porque aunque jure "basada en hechos reales" y lo reafirme diciendo que los protas son personas reales, hay poco que creer en este pastiche patriota.

Como ficción ni siquiera logra ser divertida porque lo más importante, la misión, no se termina de desarrollar bien visualmente. Se agradece que la historia de amor no pase a mayores.

Las actuaciones son correctas sin destaque alguno. Buen sonido y escenas bélicas bastante aceptables, sin ser nada del otro mundo son creíbles y supongo que impactantes para la época.

Lo mejor: está técnicamente cuidada.
Lo peor: hecha como medio publicitario sin intenciones de funcionar como obra de arte.