Morir en San Hilario (2005)

Una elección perfecta para un día en que haya que levantar la moral. Grande Lluís Homar, su papel navega en el borde entre la comedia fina y la payasada sin fuste, él lo mantiene en la comedia, y de qué manera (al loro con el momento en el que habla con sus jefes sobre su situación) La historia es fresca, sencilla, con toques fantásticos y con un grupo de actores que se pasean por la peli con la comodidad y desenvoltura del que anda por su casa. No es un peliculón, ni lo pretende, creo yo. Sin más...y sin menos.

No sé cómo serán las otras películas de Laura Mañá, directora por lo visto muy aficionada a eso que algunos llaman "realismo mágico" (y contra el que no tengo nada, me apresuro a aclarar), pero desde luego en ésta ocasión, si lo que pretendía era regalarnos una historia de esas que te hacen salir del cine con la sonrisa tonta dibujada en la cara, el tiro le ha salido un poquito desviado. La película no es que sea del todo mala. Regularcilla, más bien. Buena no es ni de lejos. Al guión le faltan muchas vueltas de tuerca para enganchar del todo, amén de un diseño de personajes un poco más elaborado. Los actores lo hacen más o menos bien. Cumplen con sus papeles sin demasiado problema. Pero la película se queda en un quiero y no puedo, algo que en este tipo de circunstancias es doblemente frustrante. Cuando ves como un material de partida que podía haber dado pie a una gran película es desperdiciado por la mediocridad de un guión (entre otras cosas) escrito a brochazos no puedes evitar sentirte un poquito más estafado de lo habitual. En fin, otra vez será.