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Los verdes pastos de Wyoming (1948)

Los verdes pastos de Wyoming
89 min.
5,2
102
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Sinopsis
Un joven compra una potranca con la esperanza de entrenarla para las carreras. Pero su plan fracasa porque un famoso potro salvaje libera a la yegua para llevársela a las tierras indómitas. Clásico familiar que es una secuela de 'Mi Amiga Flicka'. (FILMAFFINITY)
Género
Western Drama Secuela Caballos
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Green Grass of Wyoming
Duración
89 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1948: Nominada al Oscar: Mejor fotografía (color)
1948: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a mejor guion Western
8
Romance de un ladrón de yeguas
Pianista, compositora, pero sobre todo escritora, Mary O’Hara (1885-1980), supo aprovechar muy sabiamente las experiencias vividas y oídas en el campo, y tras haberse establecido con su nuevo marido, Kent Kane Parrot, en un rancho localizado en Wyoming, en los ratos libres que le dejaba su cónyuge y la crianza de su hijo Ken, se dedicó a escribir profusamente… y entonces surgieron una serie de publicaciones entre las que se destacó su trilogía de novelas sobre los caballos: My Friend Flicka (Mi amiga Flicka, 1941), Thunderhead (Nube de Tormenta,1943) y Green Grass of Wyoming (Las Verdes Praderas de Wyoming,1946).

Lo que más contribuyó al éxito de la talentosa escritora, es que las tres novelas fueron pronto llevadas al cine, habiendo sido muy bien acogidas, especialmente por el público juvenil y por los amantes de los caballos. La primera la dirigió, Harold D. Schuster, conservando el título original, “Mi Friend Flicka”; la segunda, se exhibió con el título, “Thunderhead, son of Flicka”, y la dirigió, Louis King; y la tercera, también conservó el título original, “Green Grass of Wyoming”, volvió a dirigir King, pero, fue una versión tan libre con el ánimo de sorprender a los lectores, que despertó sentimientos encontrados.

<<LOS VERDES PASTOS DE WYOMING>>, me llega profundamente, pues, es una historia familiar donde se compagina, de manera muy cálida y ejemplarizante, la relación entre dos familias vecinas: En la primera, tan sólo viven el abuelo, Beaver Greenway -vieja gloria de las carreras de caballos- y su joven y muy bella nieta, Carey, quien lo cuida y le soporta sus resacas, mientras lucha por hacer su vida buscando la armonía y siendo solidaria con los demás. Al lado, viven los McLaughlin. El padre Rob y su joven hijo Ken, se esmeran por hacerse socios en la cría de caballos, con el beneplácito de su esposa y madre, Nell… y todos se aguantan las rabietas del abuelo Greenway, pues, anda muy ofendido con dos yeguas que ya le ha robado el salvaje caballo blanco, Thunderhead -propiedad de sus vecinos-, quienes no saben cómo cogerlo para pasarlo a “mejor vida”.

En adelante, cuando el joven Ken lleve a la casa su nueva adquisición, Crown Jewel, una preciosa yegua negra, vamos a presenciar la más singular historia de amor entre dos purasangre dispuestos a todo para mantenerse unidos. Sin duda, el caballo y la yegua se roban la película, y quienes aman -como yo- a éstos animales, se sentirán muy complacidos con esta especial y divertida historia, la cual consigue opacar el romance que también va cogiendo vuelo entre los dos muchachos.

El filme resulta muy bien ambientado; la fotografía y la banda sonora son muy agradables; y una sensación de gusto y aspiración por la vida campestre, vuelve a despertarse entre los que, como yo, ahora padecemos el tráfago y los excesos de la vida citadina.

Muy gratas actuaciones de, Charles Coburn, Peggy Cummins, Lloyd Nolan y Robert Arthur, y quedo con ganas de ver las escurridizas dos primeras partes de esta trilogía que luce bastante agradable.

¡Ah!, quien haya dicho que por la película anda Marilyn Monroe, no sé dónde la vio, porque, ni con lupa pude encontrarla.

Título para Latinoamérica: <<LOS VERDES PRADOS>>
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6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
6
Vida bucólica
Modesta producción, acerca de dos familias de criadores de caballos. Quiero aclarar primero que, esto no es un western, ya que no posee ninguna de sus características, sino más bien, un drama rural familiar, en el que los principales protagonistas son los caballos.
Película amable y bienintencionada, está orientada a las familias. Con paisajes bucólicos, destaca sobre todo por su fotografía, realmente notable.
Ensalza los valores familiares norteamericanos de la época y a quién le gusten los caballos, aquí encontrará preciosas imágenes de ellos.
Por último resaltar a nuestro adorable abuelo del cine, Charles Coburn, que haga el papel que haga, no pasa desapercibido en ninguna película. Un secundario muy simpático. INTERESANTE.
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4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
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