Nighthawks (1978)

Como retrato de una época es muy interesante, ver como se conocían los gays en ese tiempo, como se encaraban, el tipo de relaciones que en general mantenían, intenta seguir la vida de este profesor de geografía en una secundaria y su vida de gay semi asumido, que va a clubes y bares a ligar, y sus diferentes relaciones ocasionales o amigos sexuales.
Como película es muy regular, su mayor problema es su falta absoluta de ritmo, es lentísima, pesada, monótona, hay un montón de escenas del protagonista en diferentes boliches que son tiempos muertos, incluso una donde se queda mirando la pista de baila por más de 5 minutos, es una escena donde solo sale él viendo a los demás bailar, solo eso, por 5 minutos.
Después en otras tampoco sabe bien crear diálogos que suenen realistas, en una de las últimas escenas si, pero en general son acartonados y suenan como preguntas que se harían en un documental o programa informativo sobre gays. No saben como hacer para describir la vida del protagonista con los recursos que da una ficción.
Creo que intenta ser didáctica y explicarle a la gente que los gays son personas normales, no degenerados o cualquier otro prejuicio que pudieran tener sobre ellos, lo consigue a medias.
Destacar también el conocer como pensaba la gente en general sobre los homosexuales (en Londres en 1978) y como se percibían estos a sí mismos.

Nighthawks es un retrato de la escena queer de Londres en los años 70.

Es un film arriesgado en su temática y en su presentación formal.

Presenta la doble vida de un profesor de instituto británico, con sus escapadas nocturnas a clubs gays y las relaciones que lleva. Un tema espinoso para la época, que el film retrata sin intención morbosa o efectista.
Al contrario, el realismo y el estilo slowcinema quasidocumental, hacen de Nighthawks una propuesta difícil de seguir para un espectador del siglo XXI, acostumbrado a montajes hiperbólicos y saturación de estímulos visuales.

La mirada del director no juzga y plantea cuestiones vitales para el protagonista, que són plenamente vigentes décadas después. Pese a la falta de ritmo, el film consigue escenas memorables, como la escena de las peguntas de los alumnos al descubrir la orientación sexual de su profesor, o el hecho de captar la escena nocturna gay en la época pre-VIH, que otorga al film un valor antropológico memorable.

Honesto y extremadamente realista. Un film muy recomendable para quien huya del cine LGBTIQ+ efectista y/o morboso.