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Romeo, Julieta y las tinieblas (1960)

Romeo, Julieta y las tinieblas
92 min.
7,0
244
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Sinopsis
Pavel, un joven estudiante que vive en Praga en 1942, decide esconder a Hanka, una chica judía que huye de las fuerzas alemanas, en el ático del edificio en el que vive. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Romance Drama romántico Años 40 Nueva Ola Checoslovaca
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Checoslovaquia Checoslovaquia
Título original:
Romeo, Julie a tma
Duración
92 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1960: Festival de San Sebastián: Concha de Oro (mejor película)
8
La soledad de una pareja, una ciudad, un país
Único film del realizador checo Jurí Weiss (1913-2004), doblado al español y exhibido, con numerosos cortes de la censura, en el circuito comercial de salas de cine. El guión, de Jan Otcemasek y Jurí Weiss, adapta la novela “Romeo, Julia a tma” (1958) de Jan Otcemasek (1924-1979), inspirada libremente en el drama “Romeo y Julieta” (1597), de W. Shakespeare, y en el relato “The Diary of Anne Frank” (1947), de Anne Frank. Se rueda en escenarios reales de Praga y alrededores y en estudio. Gana la Concha de oro del Festival de San Sebastián. Producido por CBK, Ceskoslovensky Státní Film y Filmové Barranatov, se estrena en 1960 (Checoeslovaquia). No consta la fecha de estreno.

La acción dramática tiene lugar en Praga y alrededores a lo largo de unas pocas semanas de junio de 1942. Los personajes principales son Pavel (Histrik), estudiante de bachillerato, de unos 16/17 años; Hanka Würm (Smutná), hija de una familia vecina deportada, de unos 15/16 años; la madre de Pavel (Sejbalová), modista; el abuelo (Smolik), relojero jubilado; la muchacha rubia Alena (Mrazova), antigua novia de Pavel; Kubiassova (Bohdanová), vecina colaboracionista, de pocas luces y amante de un oficial nazi; Jirka, hermano menor de Hanka; y otros.

El film suma drama, guerra y romance. Está narrado por Pavel a partir de sus recueros y desde su propio punto de vista. Cuenta lo que ha vivido, las emociones que ha sentido, lo que ha intuido, las opiniones que se ha formado. Es un relato de apariencia objetiva, fragmentado en escenas y secuencias que reflejan el atormentado mundo interior del muchacho, su subjetividad saturada de acontecimientos, experiencias y descubrimientos que desbordan su capacidad de asimilación. El realismo socialista que inspira la obra se presenta definido en función de la subjetividad de Pavel, no de la objetividad de los hechos. El plano con el que da comienzo el film explica este extremo y otros complementarios. El sentido circular de la obra cierra el relato con un emotivo fragmento del mismo plano. Pavel ha recordado por primera vez su historia, en su interior la recordará una y otra vez.

El film explica de modo contenido y con naturalidad, la monstruosidad de la guerra, la barbarie de la ocupación nazi, los temores de todos los ciudadanos sencillos ante las represalias caprichosas de la Gestapo; el horror de las detenciones y deportaciones de vecinos y amigos; la atrocidad de las separaciones familiares; el sobresalto permanente por eventuales delaciones de personas movidas por afanes de venganza, envidia, enemistad, antipatía, malentendidos o locura. La exposición de los hechos trasmite al espectador un dibujo de la situación del país (inaudita y espantosa), que penetra en el ánimo y conmueve.
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18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Feliz 60 Aniversario (15/Abril/1960) del estreno de un estremecedor film a reivindicar
100/20(17/04/20) Notable y conmovedor drama checo, de los que recuerdas estremeciéndote, en su punzante mezcla de romance trágico (no es spoiler, el título lo lleva implícito), y acerada denuncia de los totalitarismos, el marco de fondo es la ocupación nazi de Praga, se puede extrapolar a la ocupación soviética del país bohemio, con la cantidad de subcapas que contiene el film lo hacen una obra a reivindicar. Dirigida por el combativo Jiří Weiss, guión de Jan Otcemasek y Jurí Weiss, adapta la novela “Romeo, Julia a tma” (1958) del primero, inspirada libremente en el drama “Romeo y Julieta” (1597), de W. Shakespeare, y en el relato “The Diary of Anne Frank” (1947), de Anne Frank. Versa sobre un joven que ayuda a esconderse a una chica judía en el ático de un edificio de pisos durante 1942, con la ocupación nazi del país, cruzándose en la historia el asesinato (27 de mayo) y la muerte posterior (4 de junio) del Reichsprotektor Reinhard Heydrich (arquitecto de la Solución Final), el sádico nazi gobernante vicioso de Checoslovaquia.

Weiss muestra el horror del Holocausto con sutileza, sin violencia, en medio de detalles, con una familia que sale de su casa y apila los enseres en un carro dirección a coger un tren con su niños preguntando ingenuamente por si pueden llevar juguetes donde van, con un alumno que es arrastrado de clase porque su familia es sospechosa de albergar a un ‘ilegal’, o con esa otra familia que es sacada de su casa, todo con penetración, edificando la opresión y asfixia mental mediante noticiarios de radio, amenazas por altavoces, carteles en paredes o periódicos. Un retrato costumbrista en que se muestra con crudeza una atmósfera claustrofóbica de miedo y dolor latente, donde cada personaje representa un modo de enfrentar esta Avernal situación. Una visión desprovista de épica, donde se mira con pesimismo a la individualista Naturaleza Humana. En el centro queda una entrañable y trémula historia de amor, mostrada por Weiss con gran sentido emocional, con momentos preciosos (como ese baile, esos abrazos, esas miradas al cosmos,…), y es que la dirección resulta maravillosa en el modo en que utiliza las imagen es para provocar sensaciones, como esa escalera en caracol que se muestra en picado como alegoría de nuestro retorcido mundo, o esas calles vacías surcadas por el ejército teutón, ejemplificando la soledad frente al invasor, o el contraste entre el triste ático cerrado y la piscina en que gente disfruta en medio de una guerra, y más en un alarde de maestría que te hace estremecer en su neurálgico final. Ganó la Concha de Oro del Festival de San Sebastián. En 1997, Karel Smyczek dirigió una adaptación televisiva del mismo nombre.

Tiene un inicio intrigante, una toma de un ático frugal con el primer plano de un libro (también cierra la película) abierto con el aire pasando las hojas, llega un joven visiblemente afectado, respira con dificultad, tras unos segundos de mirar el lugar se abraza al libro, entonces retrocedemos al flash-back que será la historia, y se desvelará el misterio del arranque. El protagonista es un joven idealista, tolerante y anti nazi, simpatizante de los judíos. Entramos en un mundo de temor constante, donde el terror nazi espera en cada esquina, en un edificio de pisos lo representa una joven colaboradora nazi que es amante de un militar alemán. Es el miedo de la población civil, reflejado en la madre del protagonista Pavel, mujer sencilla que solo quiere pasar desapercibida a ojos de los nazis, no quiere exponerse al peligro mínimo, ese que te puede hacer detener, deportar o fusilar, ese donde cualquiera puede convertirse en un delator, donde las envidias, egoísmos, venganzas, o el mencionado recelo en condiciones extremas nos hace convertirnos en lo peor. Conformando Weiss un estado de ánimo pesaroso, solo roto en esos bellos encuentros entre Hanka y Pavel, o en la salida a la granja del segundo, haciéndonos partícipes de este clima insano, donde cualquier ruido supone un sobresalto.

El director radiografía esta peculiar sociedad desde una mirada naturalista, vemos la vida con la gente intentando hacer ver que nada malo ocurre a su alrededor, en el colegio, en una piscina, en una granja, no hay nada epopéyico en el relato, haciéndonos llegar con suavidad incisiva este mundo hastiado. Y en este ambiente se desarrolla un profundo romance, evolucionado con fluidez, no sintiéndose ni forzado, ni edulcorado, con naturalidad, haciéndonos ver su amor con veracidad, con dosis de poesía sugestiva. Se apoya en un edificio que proporciona todo un sinfín de elementos manejados de modo dramático, las escaleras, las ventanas con rejas, las puertas, la ventana que da al cosmos, el piso vacío de la familia judía que luego es ‘ocupado’ por una colaboracionista checa, la gran puerta de la finca que se erige en protagonista del clímax. Con inteligente uso del sonido, prácticamente sin música, oímos al jilguero (símbolo de la pareja enjaulada) y al perro de la colaboracionista como epítome de los pastores alemanes.

Todo lo mencionado potenciado por la fenomenal cinematografía en glorioso b/n de Václav Hanus (“Krakatit), jugando en una hermosa miscelánea entre el neorrealismo y el expresionismo, con marcados contrastes de grises, con encuadres cuidados con mimo, con tomas subjetivas excelentes como las que se dan en el baile en el ático, donde el objetivo gira haciendo las paredes desaparezcan subliminalmente, pareciendo que el reducido espacio es infinito, con la cámara enamorada de la melancólica Hanka (Dana Smutní), atomizando el idealismo del amor puro de Pavel, mujer de la que solo sabe que es perseguida por ser judía.

Pavel y Hanka con la ayuda de la dirección de Weiss crean un lugar en medio de la nada en esta habitación del ático con conexión a las estrellas, donde Pavel (aficionado a la astronomía, no podía ser de otro modo para un soñador romántico) le habla de la estrella Próxima Centauri (la estrella más cercana al Sol),... (sigo en spoiler)
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4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
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