¿Qué fue de tía Alice? (1969)

Tras las dos estupendas “¿Qué fue de Baby Jane? 1962” y “Canción de cuna para un cadáver 1964”, el magnífico y recio hacedor de obras de culto, Robert Aldrich, nos volvió a regalar otra joyita de terror protagonizada por (al igual que las mencionadas) otras dos damas de la escena esplendidas en su madurez (aunque aquí solo figura como coproductor, es Aldrich cien por cien).
Basada en “El jardín prohibido”, una novela de Úrsula Curtiss (también autora de la novela que dio lugar a aquella joyita de William Castle titulada “I Saw What You Did 1965”) y con una Geraldine Page realmente esplendida en el papel de Claire, la viuda que cual Landru rural de las afueras de Tucson, engorda su cuenta corriente con los ahorros de las desprevenidas amas de casa que entran a trabajar a su servicio, tenemos una divertida e inquietante historia, tanto en su presentación cuando nos muestra cómo se las gasta la viuda, como a partir del duelo interpretativo en que se convierte cuando entra en liza Ruth Gordon en el papel de Alice, la última mujer que entra a trabajar en casa de Claire con el firme propósito de averiguar qué se esconde tras ese abundante cambio de amas de llave.
Aterradora, macabra y divertida, con un casting realmente acertado acompañando a Geraldine Page y Ruth Gordon (en particular Robert Fuller en el papel de Mike Darrah, el sobrino de Alice que se mueve en un precioso Ford Shelby Mustang GT500KR rojo) y rodada en las áridas lindes del desierto de Arizona, estamos ante una digna compañera de las 2 joyitas mencionadas al principio de la reseña.

Una buena muestra de lo que una historia mitad thriller, mitad comedia negra puede ser, muy buenos diálogos, excelentes actuaciones, sobre todo de parte de su protagonista, una magnifica Geraldine Page y Ruth Gordon, en un muy buen duelo actoral.
La historia de una mujer de más o menos 50 años, qué queda viuda y descubre que se quedó sin nada, por lo que para salvarse de la miseria, contrata a diferentes damas de compania, para luego estafarlas, asesinarlas y enterrarlas en su jardín.
Todo está bien cronometrado para que cada cosa suceda en el momento justo, la película no aburre para nada, se disfruta cada suceso que sucede en ella.
Para los nostálgicos que sienten predilección por los thrillers de antaño, este es uno que no defrauda.