Pacto de Brujas (2003)

La película en sí -pa que nos vamos a engañar- es malilla, por supuesto. Pero si no la he cateado de forma más rigurosa y contundente es porque, a pesar de los pesares, se puede seguir con más o menos interés y porque, de alguna manera u otra, se nota que detrás de su discreto y desmañado guión subyace en realidad una novela que -aunque no la conozco- presumo algo más compacta y persuasiva que este parvo bodriete.

Aún así, debo reconocer que cuando me puse “Pacto de brujas” y empecé a leer el nombre del elenco actoral en pantalla pensé, de inmediato, que lo que iba a tragarme a continuación era un truño de los que hacen época. Algo que, como podréis deducir por mi nota, no sucedió al pie de la letra. Básicamente porque -teniendo en cuenta que se trata de un producción española de bajo presupuesto- “Pacto de brujas”, al menos, logra mantener la intriga a trancas y barrancas y porque la ambientación y la atmósfera nigromántico-rural que desprende esta historia de familias enfrentadas no puedo decir, con toda la franqueza del mundo, que sea mala del todo.

Así pues, si algún día de estos estáis tan aburridos que no os importe demasiado derrochar hora y media en una fruslería como ésta, no la despreciéis -a bote pronto- por el mero hecho que sus protas sean Ramón Langa y Carlos Sobera. Sí, sí, habéis leído bien: Ramón “figurín” Langa y Carlos Sobera. Los presentadores de “Hora punta” y “Quiere ser millonario” respectivamente. Os sorprenderá lo bien que se desenvuelven este par en sus respectivos papeles de psiquiatra y guardia civil. Yo, por lo menos, pensaba que lo harían mucho peor. Aún así, si necesitáis otro aliciente más para ver este mondonguillo, quedaos con este nombre: Rocío Muñoz. Menuda loba. Auuuu!!!

Película a medio camino entre dos géneros: terror sicológico y trhiller. Desgraciadamente se nota desde el principio la escasez de medios con que fue producida y eso repercute en el resultado final. El guión (basado en la novela de Andreu Martín), es un tanto farragoso y al final incluso es un galimatias, ya que es difícil de seguir el discurrir de los acontecimientos presentes y pasados.

Ramón Langa y Carlos Sobera se esfuerzan en sus diferentes papeles pero no son nada creíbles en los mismos, el resto de secundarios cumplen. Sin más. Aunque justo es reconocer el buen hacer (además de la belleza) de la emergente actriz Bárbara Elorrieta.

Lo mejor: la conseguida atmósfera tenebrosa de Senillas, el macábro pueblo que tan pronto es una paraíso de verdor y luz por el día pasando a un tétrico lugar en cuanto se pone el sol.

Lo peor: La escasez de medios como decía al principio y el que la cinta no acaba de decantarse por ningún género en concreto.

Los amantes del cine de terror se llevarán una desilusión. En definitiva una película como tantas otras que "dormirá" el sueño de los justos. La trama daba para más pero en mi modesta opinión se quedó en buenas intenciones.