Dingo (1991)

Es un cosa rara pero se deja ver con comodidad. Parece un documental, es agradable; me gusta la mezcla de las imágenes de secarral almeriense con la música de Miles Davis y Michel Legrand. Es más, son imágenes pegadas a una banda sonora: la "chicha" está en la música. Hace muchos años compré la cinta (casette) de la banda sonora; la he gastado de tanto escucharla, me gusta. Creo que Miles se representa a él mismo en la película, con sus rarezas y su desconexión cósmica. Descanse en paz. La medio historia de amor está traída por los pelos. No obstante, si tus hijos tienen menos de 3 años o les gusta la música "no-petarda", la pueden ver contigo, ya que es para todos los públicos pero de verdad: no hay continuas insinuaciones sexuales chuscas, ni dicen tacos, ni salen políticos, zombies o monstruos mitológicos. Actualmente puedes conseguir el DVD en la web de la distribuidora australiana por cuatro duros.