No moriré sola (2008)

Cuatro películas al hilo y rodadas entre 2004 y 2008 develan la fascinación de Bogliano por las historias de mujeres vulnerables, sujetas al maltrato físico y psicológico, con escenarios y situaciones extremas que activan su instinto de supervivencia. Dichas cintas resultan un tanto desconcertantes por no ajustarse a argumentos suficientemente contundentes, mas sin embargo tienen ese algo que podría evitar la descalificación total en algunos casos.

¿Qué podría ser ese algo?, ¿el planteamiento? ¿el montaje?, ¿su trasfondo?, ¿el preámbulo?, ¿la fotografía? Para algunos de los ejemplares obligadamente citados en la filmografía del cineasta durante este período, pueden ser decisivos algunos de estos elementos, en otros entorpece el juego de convenciones y terminan por desbaratar la intención. Para la presente película en absoluto algo pudo volverla relevante; la cinta es plana en todo aspecto, con violencia gratuita e insulsa que sumerge al espectador en un desconcierto total.

Bogliano recorre el género con argumentos similares y se desboca hacia la repetición del esquema una y otra vez. Curiosamente su “Habitación para turistas” resulta la más poderosa a nivel de argumento, sin embargo visualmente es tan complicada como su siguiente filme Grité una noche; por lo tanto la más original de las cuatro, será indudablemente y desde mi muy particular punto de vista “36 pasos”.

La sugerencia: cambiar los grupos femeninos lacerados por otro planteamiento dentro del mismo género si lo desea. Aun así, me restan por visionar nuevas participaciones de este director dentro de otros filmes posteriormente realizados.

No moriré sola, sobreviviré acompañada.

Rara película, no porque sea una historia original, más bien al contrario ya que está repleta de todos los clichés del género explotación al que pertenece, sino precisamente por ser de ese género hecha en Argentina, donde ese tipo de película nunca proliferaron, exceptuando un pequeño tiempo durante mediados de la década del ochenta, pero no fueron demasiadas las mismas.
García Bogliano y compañía, se podría decir que resucitaron el género, lástima que sin aportarle gran cosa, es más diría que se limita a homenajear y seguir a rajatabla todos los lugares comunes del género, violaciones, asesinatos, tortura, y finalmente venganza.
Lo malo no es eso, ya que desde la sinopsis uno sabe lo que va a ver, pero es que todo transcurre con una lentitud pasmosa, lo que sucede podría pasar en la mitad de la película, el resto es nada, las chicas caminando, o llorando, o hablando pavadas, y poco más, sin mencionar el regodearse con escenas morbosas, pero eso ya es parte del género.
Poco que agregar más que las interpretaciones son pésimas, por momentos parece una comedia involuntaria, y creo que por eso no la dejé de ver.
Predecible, rústica, y plana.
Solo para verla por curiosidad, o fanatismo por su director, que aunque a mí me parezca de lo más raro, sé que los tiene.
Para destacar algo positivo, la entrada y la música.