Yo he visto a la muerte (1967)

Al menos una crítica para esta película de un gran interés histórico y no solo para los aficionados a los toros, entre los que no me cuento.
Ver la clase de y el señorío de Antonio Bienvenida, cómo se supera después de una grave cogida y vuelve a torear con un traje del mismo color, blanco y oro, en la misma plaza y con un hermano del toro que por poco le causa la muerte. Álvaro Domecq hablando de la muerte de su mejor yegua. Un reportaje sobre ese animal admirable y generoso que es el caballo.
Muy buena la parte de Andrés Vázquez, que retrata muy bien la vida de los maletillas, cuando se tenían que ganar la vida de pueblo en pueblo en las capeas. Rodada con un esmero espléndido y con una sincera emotividad.
Lo mismo que la evocación de la muerte de Manolete.

Crónica sobre el mundo taurino, en la que se recogen en cuatro episodios diversas faenas y opiniones de algunos matadores importantes. José María Forqué ("Atraco a las tres") dirigió este filme semi documental sobre el mundo del toro, para el que contó con la participación de algunos de los diestros más destacados de la época, como Antonio Bienvenida, Álvaro Domecq Romero o Luis Miguel Dominguín.

El guion corrió a cargo de otro cineasta bien conocido del gran público español: Jaime de Armiñán ("Las bicicletas son para el verano"). De los 4 episodios, sin duda alguna el más emotivo, y el que más calidad tiene de imágenes, sentimientos y recuerdos es el de Luis Miguel Dominguín recordando, paso a paso la tarde de la muerte de su amigo Manolete, estando de fondo en una Feria que, paralelamente a sus recuerdos, lo están contando con ese énfasis de un feriante profesional. Solo por esa media hora aproximada merecer la pena ver esta mezcla de documental y película. Un 7.