La hija de Juan Simón (1935)

Esta película cuenta con la interpretación de Carmen Amaya, una bailaora que años más tarde se haría internacionalmente conocida, que incluso se fue a EEUU a vivir y rodó varias películas.

Aquí la vemos en una de las escenas más conocidas donde se pone a bailar encima de una mesa para el deleite de algunos hombres.

Un musical español donde hay algunas escenas musicales interesantes. Se nota la Segunda República, donde se tocan temas impensables en rodar en época franquista.

La historia vuelve de nuevo a recaer en la mujer, donde sorprendentemente la figura de la mujer (aunque se ve que trabaja como mujer de compañía para hombres) es la luchadora y la que se ve encerrada en un mundo de hombre crueles y mal vistos. Ya por eso es digno de ver.

Finalmente la película narra la lucha de una mujer por recuperar lo que tenía que haber sido suyo y se lo arrebataron.

Estas películas que se rodaron antes de la Guerra Civil, tienen un denominador común, los dramas musicales, con un mucho de ambas cosas, demasiado drama, con una madre soltera, una vez más, y un maltratador y un aprovechón y un chulo que se aprovecha de ella y que es capaz de hacer creer a su familia que está muerta para explotar a la madre a su antojo, por otro lado el Angelillo, el cantaor enamorado, enamoradísimo, que no ve ni mira por otra cara que la de su queridísima Carmen, y a la que cree muerta después de pagar un tiempo con su encarcelamiento por una pelea malversada.

Y el otro tema demasiado machacón es el de los cantes hondos, exageradamente repetitivos y casi único argumento de la película, y no siendo fan de ello, un poco gusta pero un mucho cansa y harta. Además los actores actúan rematadamente mal.

No había, entonces, mucha escuela, pero ya se podían ver películas americanas donde ya podían haber aprendido algo. Demasiada desgracia, y demasiada tristeza, y claro, demasiado cante. Un 3.