Testigo mudo (1995)

Lo único cómico de la película son las torpezas del cuñado de la protagonista, la escena inicial exageradísima y el vecino de abajo cuando oye ruidos que no le permiten dormir. Porque, por lo demás, "Testigo mudo" logra alcanzar clímax de tensión dignos de un Hitchcock o un Brian de Palma. Incluso la mudita actúa contra sus perseguidores con mucha más inteligencia que otras víctimas que pueden gritar, lo cual es de agradecer. Una sorpresa esta desconocida actriz llamada Marina Sudina.
Anthony Waller juega muy bien al despiste con el espectador, consigue engancharlo sobre todo durante la primera hora de la película y, además, muestra el cine dentro del cine con una invitación a reflexionar sobre la indefensión de las personas con discapacidad (precedentes ya fueron "La escalera de caracol" y otras con testigos invidentes).
Sería un título a destacar en el género si no fuera porque hay un fallo garrafal (ver spoiler)

Que hoy me haya encontrado con esta estupenda película de "humor negro", no puede ser casualidad...En serio, vivimos un presente en este país que nos define como lo que somos: personajes disparatados unidos por sangrientas batallas propiciadas por y para el maldito poder -con la aquiescencia que les proporcionan las urnas-.
Esta cinta, no tiene nada que envidiar a películas de directores como los hermanos Coen, Hitchock o Woody Allen.
Su desarrollo, absolutamente impecable; las interpretaciones, buenas; la acción y el gore, dentro de lo más lujoso que se le pueda exigir a una producción de serie B. En definitiva, he reído cómo hace mucho tiempo que no lo hacía y he tenido la oportunidad de "acordarme" del gran actor Alec Guinness.
Ahora, sólo necesito asumir (desde el principio al final) frase ¡DEJE QUE SE LO EXPLIQUE! Desgraciadamente, no entenderé nada de nada....NO TENEMOS ARREGLO.