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Punto de recreo (1985)

Punto de recreo
82 min.
4,3
359
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Trailer (INGLÉS)
Sinopsis
Comedia teen sobre dos jóvenes (Rob "doctor en Alaska" Morrow y Johnny Depp) a la búsqueda de romance y aventuras. Ben y Jack están dispuestos a pasar las vacaciones de su vida en un lujoso hotel de Miami llamado Private Resort. Allí se proponen disfrutar de su afición favorita: perseguir chicas. (FILMAFFINITY)
Género
Comedia Adolescencia Comedia juvenil
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Private Resort
Duración
82 min.
Guion
Fotografía
Compañías
Links
3
Excusa para mostrar tetas
Esta comedia adolescente no tiene mayor objetivo que el de mostrar un montón de chicas en bikini y unas cuantas en topless. Dos jóvenes buscan echar un polvete a toda costa, como si no hubiera otra cosa en la vida. Uno de ellos es Johnny Depp haciendo de guaperas.

Las situaciones cómicas son muy infantiles y el hilo conductor es muy liviano. Casi toda la película trata de los dos chicos escondiéndose aquí y allá mientras son perseguidos por este o el otro. No está al nivel de "Porky's" por poner un ejemplo, pero la filosofía es la misma.

Así que si eres hombre y tienes entre 15 y 20 años y quieres ver macizorras, esta es tu peli, pero si lo que buscas es una película con algo de chicha, pasa de ella.
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7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Vacaciones locas, locas, locas
Mediados de los '80, la resaca de "Porky's" casi se ha pasado después de finiquitarla una tercera parte bastante olvidable, pero eso no significa que la influencia de la obra original no continúe presente.

De hecho las "teen comedies" alocadas que pretenden imitar sus patrones se siguen produciendo como churros, tanto para el cine como para los videoclubs. Yo, un amante confeso de la década y sobre todo de sus comedias, no iba a dejar pasar la oportunidad de ver algo como "Private Resort", si bien ya tenía claro la clase de producto que podría encontrarme...lo que no esperaba es que mis expectativas cayeran tan, tan, tan bajo a cada minuto de metraje que pasaba.
La culpa es de Ben Efraim, responsable de una serie de títulos enfocados al público adolescente con mucho sexo, mucho humor absurdo y el "Private" como título distintivo (la más exitosa "Private Lessons", que tenía a Sylvia Kristel de reclamo). En esta ocasión acuerda con TriStar la distribución y se gasta una cantidad de dinero razonable para ponernos frente de las aventuras de dos colegas, el guay y el tonto, de quienes no sabemos nada cuyo único objetivo es pasar un fin de semana ligando y tomando el sol en un lujoso hotel de Miami: un Rob Morrow antes de su exitazo con "Doctor en Alaska" y un Johnny Depp recién salido de las pesadillas de Freddy Krueger, ambos muy alegres y vivaces.

George Bowers, un editor veterano cuya carrera de cineasta es desconocida, nos pone en el epicentro de las embarazosas situaciones que los chicos viven entre todos los muslos, curvas, traseros y pechos que la cámara se encarga de filmar; para ello añade un puñado de personajes alocados (pero en absoluto simpáticos), destacando un torpe jefe de seguridad, una chiflada que practica una extraña religión o un ladrón de joyas. El guión nos hace creer que este subnormal con la cara descompuesta de Hector Elizondo va a hacer de la trama una intriga con robos y mafiosos de por medio...
Pero en lugar de eso se siguen proponiendo mil y una peripecias con la pareja protagonista corriendo aquí y allá, intentando llevarse alguna chavala a la cama y montando broncas con clientes y trabajadores desquiciados. Lo peor es que, de todas las féminas que por allí pululan, Jack va a dar, muy casualmente, con dos de las que tienen su "importancia" en la flojísima historia del diamante...pero los que escribieron esto no poseían la imaginación suficiente para trazar una estructura ingeniosa y hacer al chaval parte del enredo.

Eso podría haber estado bien, teniendo en cuenta que la chica que se consigue (Karyn O'Brien, un tesoro de muchacha) es la nieta de la anciana a la que le quieren quitar el colgante. Pero no, todo se desbarata en una sucesión de "gags" ejecutados con velocidad y sin gracia, golpes y caídas, coincidencias, salidas y entradas en habitaciones a lo vodevil, y desnudos a manta, con ese humor tan heredado de "Porky's", "Despedida de Soltero" y "Loca Academia de Policía" y sintonizándose con cualquiera de sus imitaciones.
Esto enlaza con el despatarre climático, con el ladrón pegando tiros por todo el hotel persiguiendo a los protagonistas, una oda al sinsentido más esperpéntico y "kitsch" que desde luego sólo podríamos ver en los '80; y a todo esto, cuesta encajar aquí a la explosiva Leslie Easterbrook (con un "look" a lo Sophia Loren que hace caer de espaldas) en un personaje tan idiota y manido después de disfrutar de su dura Debbie Callahan. Para liar más la cosa nos meten a una camarera de la que se enamora el desgraciado de Ben, llevando la película a un punto de ñoñería romántica que no pega ni con cola, y que se supone que me tiene que importar algo...

La verdad es que aquí todo está malísimamente aprovechado y la película se asfixia con esas pequeñas situaciones de enredo que intenta resolver de forma disparatada; ninguna de las subtramas va a ningún sitio, ni los personajes tienen un verdadero papel, amén de que ciertos "gags" se repiten y duran hasta hacer reventar el páncreas del espectador (la pelea en el ascensor entre el peluquero y el jefe de seguridad, o peor: ¡la de la anciana y el ladrón a golpe de karate!).
Siempre se ha dicho que para ver una obra que evidencia mucho el estar realizada en su época se debe hacer con los ojos de un espectador de esa época; yo creo que "Private Resort" es igual de aburrida, confusa e idiota hoy día que cuando se realizó. Lo único que queda es que estos films son absolutamente imposibles de rodar en la actualidad, y de poder disfrutar de tanta chica desnuda o semidesnuda sin necesidad de pretextos, sólo por puro relleno, para calentar al público masculino, y es una impronta que hoy ya no existe y que se agradece recuperar.

Depp y Morrow, avergonzados de verse en él, acordaron destruir cualquier copia si se la encontraban a la venta, en el lugar que fuera.
Pocas veces mis oídos han sido amartillados con tal cantidad de patéticas frases, pero jamás olvidaré una dicha por Jack que me hizo estallar a carcajadas y que espero algún día poder usar: "Que te enseñe el "nana banana"...y vas y te la tiras". Esto ya resume a la perfección el espíritu y la mentalidad de la película...
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1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
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