A cada lado (2005)

La veo trece años después de su realización y por pura casualidad. Termino de verla toda por un acto de voluntad, porque ya en los minutos iniciales llegué a intuir que era la construcción de un puente que no cruzaba hacia ningún lado.

El cine argentino suele dar estas sorpresas, he visto películas que aunque por allí uno termine olvidándolas parcialmente, quedan en nuestro recuerdo como algo grato que uno tuvo la suerte de presenciar y quizás, ya pasado el tiempo, se pueda disfrutarlas nuevamente. No es el caso de este film, gira alrededor de la construcción real de un puente que une ciudades de la realidad, se tejen historias de ficción, simples, banales, de todos los días o no, poco importa porque lo que uno se pregunta es para qué.

Es como encontrarse con un barrilete abandonado, con su parte central, la construcción del puente, que poco cuenta y flecos a su alrededor, flecos que si el barrilete volara darían vida a su vuelo, pero aquí lo que falta es vuelo, aire convertido en viento, y en última instancia uno se queda con la sensación de "que le faltó piolín".

Si no estás haciendo algo especial referido al cine, no creo valga la pena sentarse a tolerarla, al fin, es cierto, todo se resume en una cuestión de gustos, por allí el mìo no sea de fiar.