Korn. Loud Krazy Love (2018)

No es que sea un gran devoto de Korn pero había oido hablar muy bien de este documental y aunque no llega a ser excelente, es una buena aproximación a la vida del guitarrista de esta banda que como tantos otro acabó presa de sus adicciones teniendo que lidiar con una niña y un matrimonio roto.

El descubrimiento de Dios para vencer sus demonios te puede hacer pensar si realmente existe un Dios. Aún así en su camino seguirá evitando obstáculos, .....

Puede gustar tanto a fans como a neófitos ya que es un tema universal.

Me sonaba el nombre de la banda ‘Korn’. Pero no recordaba haber escuchado ninguna de sus canciones (igual escuché algo pero se me olvidó sin más). La película aparte de aburrida resulta muy superficial. Se pasa de puntillas por las crisis o abusos. Parece como si le diese vergüenza contarlo, pero al mismo tiempo no para.

No resulta divertida ni entretenida. Además parece que al ‘protagonista’ solo le valgan las soluciones fáciles y rápidas: tengo regomello pues me meto todas las drogas del mundo (o me emborracho con ‘Coors light’, que suena muy poco rock’n’roll, la verdad), que las drogas me sientan regular y mi mujer se acuesta con otros, pues a la religión de cabeza por una biblia que me da un tipo. Que me siento incomprendida porque soy una adolescente, pues me hago cortes en los brazos. Etc. Etc. Un rollo vaya.

Soy muy cinéfilo y aficionado a la música. He visto mucho documental de este tipo. Y hay ocasiones en las que aunque no conozcas a la banda te resulta amena y entretenido, y hasta te dan ganas de escuchar la música. Pero en este caso resulta una pérdida de tiempo, y no me dan ganas ni de seguir con esta reseña.