Misión final (Cyborg Cop) (1993)

Aunque los inolvidables años 80 nos dejaron unos vestuarios fascinantes, con aquellas kilométricas hombreras, los zapatos bupins y unos peinados mareantes, los años 90 tampoco se quedaron cortos en cuestiones espantosas para el vestuario: las riñoneras. Su posición solía variar en función de la capacidad horteril del usuario, se podían llevar al lado, detrás, o como nuestro polícia protagonista, enfrente, como una extensión de su saco escrotal. Una imagen que no se olvida. ¡Brrrrr!

David Bradley fue el Hacendado de las películas de Nu Image, una productora emparentada con la Cannon. Y ya es mucho decir si nos acordamos de la plantilla actoral: Chuck Norris, Michael Dudikoff... El tal Bradley, uno de esos campeones de no-se-qué, fue su estrella de los productos de serie Z y peleas de machos-alfa. Para sus filmes se acompañó del otrora director de los filmes baratos de ninjas de Dudikoff, el tal Sam Firstenberg.

El guión de Cyborg Cop es casi un remake de una de ninjas de Dudikoff, dirigida también por Firstenberg, aquella que pasaba en el Caribe y había una especie de centro donde creaban supersoldados ninjas. No sé que les dió con el tema de mezclar islas caribeñas y supersoldados o cyborgs. ¿Alguien se puede creer que una isla caribeña es el lugar ideal para hacer de Dr. Frankenstein? ¿Que en vez de bailar limbo, tomar mojitos y llevar rastas, se crean supersoldados? Quizás sea por el Dr. No y James Bond.

Aquí un policía bravucón, con su huevera y su cazadora de cuero negro, se traslada a una isla del Caribe, para descubrir que le ha pasado a su hermano también agente del orden. Y descubre una trama de cyborgs y traficantes, se beneficia a una periodista rubia - el alivio cómico y la ración de carne, todo en una - y ayuda a deponer a un narcoestado. Con muchos tortazos y una coreografía de combate bastante original y alejada de las habituales, no se si cortesía del tal Bradley.

Conclusión: película de tortazos y karatecas, mezclada con cyborgs bastante chapuceros. Y poco más. Pero entretiene. ¡Y aparecen los primeros drones!.