Tú serás mi marido (1941)

Comedia discreta en la que la que lo más llamativo, más que un guion ocurrente, pero ramplón, son las actuaciones musicales, los números de baile (sobre todo los de la pareja de color), y las piruetas de la atleta olímpica escandinava, Sonja Henie, tanto sobre la nieve como en el hielo.

Celos, música y ritmo para una película que obtuvo 3 nominaciones, banda musical, mejor canción y fotografía por esos paisajes de alta montaña. Pasable y poco más, se ve sin problemas. Un 5.

Aunque para mi gusto, el tema de incluir a un personaje refugiado de la guerra, queda demasiado frío y superficial.... como si venir de un país a otro es lo más divertido y fantástico y siempre con una sonrisa en la boca. Esta parte me ha patinado bastante.

El resto, es una comedia bastante efectivista, y en su momento tuvo mucho éxito. Lo curioso de esta película es que Glenn Miller sale con su orquesta, y encima con una canción que fue el primer disco de oro de la historia, vendiendo más de 1 millón copias de esa canción. Se trata de Chattanooga Choo Choo, aunque no me sonaba para nada cuando la escuché, en cambio sí que me sonó una canción que sale en la película.

Otra curiosidad, en el hotel de Sun Valley, hay un canal que durante las 24 h tienen puesta esta película, ya que sucede ahí.

Las tomas de la nieve, me parece algo increíble, se nota mucho que no están ahí y bueno, duran mucho esas escenas, supongo que costaron mucho rodarlas, y por eso están ahí.

Los número musicales también duran mucho para mi gusto, pero Glenn Miller, en aquella época estaba en lo más alto.