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Té y simpatía (1956)

Té y simpatía
121 min.
7,2
925
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Trailer VO
Sinopsis
Un grupo de alumnos deciden reunirse años después de acabar sus estudios. La presencia de Tom Lee sorprende a sus compañeros, porque siempre fue un chico solitario, tímido y retraído cuyos gustos se apartaban bastante de los de sus compañeros. La única persona con la que se sentía a gusto era Laura Reynolds, la mujer del profesor de deportes y ama de llaves de la residencia donde Tom se alojaba. (FILMAFFINITY)
Género
Drama Colegios & Universidad
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Tea and Sympathy
Duración
121 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Links
Premios
1957: Premios BAFTA: Nominada a mejor actriz británica (Deborah Kerr)
1956: Globos de Oro: Nueva promesa masculina (John Kerr)
7
Sentido y sensibilidad
Querida Deborah:

Probablemente nunca pulse el botón de enviar de esta crítica. Probablemente ni siquiera debería escribirla pero soy impulsivo, ya lo sabes, y me siento impulsado a escribirla.
Tal vez en la fría luz de la mañana, la elimine si el servidor me lo permite. No lo sé. Deborah, cariño, acabo de ver tu película, la adaptación de la obra de teatro con la que triunfaste en los escenarios americanos, sobre los días en los que seduces a un estudiante para demostrarle que no es homosexual, que sus compañeros no tienen razón porque no le guste el béisbol, la gimnasia o beber cerveza y le guste la poesía, la música y hacer punto.
Esa película no hablaba sobre nosotros, pero me da lo mismo.

Es una película preciosa, tierna, romántica y conmovedora, y en el que apareces por enésima vez como una santa. Pero, Deborah, esa no es toda tu imagen ni tampoco la verdadera imagen. Robert Anderson tuvo que poetizar tu error por problemas con la censura y no lo analizaste con lucidez cuando escribiste esa carta cargada de moralina y castigo divino.
Al final de la historia, el que fue antiguo alumno, lee tu carta y se cree todas las mentirijillas que le contaste: el marido acabó con su vida destrozada y tú, Deborah, fuiste castigada con tu pecado. Estás muy equivocada, Deborah. Como sabes, desde tu encuentro furtivo volviste a pecar. Después de aquella tarde de pasión, que resuelve de manera tan sensible con esa elipsis Vincente Minnelli y ese memorable “Be Kind” que podría traducirse como “Suavecito y por delante maricomplejines, que no estamos en la saga ‘Animal Trainer’ de Rocco Siffredi”, y aparentar que no había pasado nada.

Te estoy escribiendo cosas terribles, Deborah, sobre la culpa, el bien y el mal. Pero ya tienes edad para saber que cuando se te tiras un pedete dentro del agua de la bañera se producen ondas cada vez más amplias. Siempre hay consecuencias. De todas maneras, Deborah, a menudo me he preguntado si no demostré una falta de fe en ti, en tu capacidad para enfrentarte a una crisis por ti misma y superarla sola.
Dicen de las experiencias traumáticas que si no nos matan, nos hacen más fuertes. Tuve miedo de que aquella acabara contigo.

Querida Deborah, me alegré mucho leer que te habías casado por cuarta vez y que vas repartiendo tu té y simpatía a diestro y siniestro.
Que tengas una vida feliz, una vida llena, una vida comprensiva.
Relata todas tus historias, historias auténticas y sin pelos en la lengua (en revistas del corazón y que te paguen).
En una cosa acertó tu amante con su libro: el espectador siempre conservó su afecto, por la historia de ese muchacho nostálgico y aquella mujer que sólo podía ofrecerle té y simpatía, en algún lugar de su corazón, con esa inolvidable sonrisa, Deborah, con esos recuerdos y emociones que crecen dentro y nos ahogan. Como esos relatos arrugados en viejas hojas de papel manchadas (y no seas mal pensada que te conozco).
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35 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
8
Homofobia
Drama intimista de Vincente Minelli (1903-86). El guión, de Robert Anderson, adapta su obra de teatro “Tea and Sympathy” (1953), de gran éxito en Broadway. Se rueda en escenarios naturales de CA y en los platós de MGM Studios (Culver City, CA). Producido por Pandro S. Berman para MGM, se estrena el 27-IX-1956 (NYC).

La acción dramática tiene lugar en Nueva Inglaterra, en el exclusivo Colegio Chilton, un internado privado para muchachos estudiantes de bachillerato. Narrada en un largo flashback, el presente narrativo se sitúa en 1956 y el presente del flashback en 1946, después de la IIGM. Laura Reynolds (Kerr), esposa del director del centro y profesor de deportes, Bill Reynold (Erikson), hace las funciones de ama de llaves o gobernanta del centro. Siente especial simpatía por el alumno Tom Robinson Lee (Kerr), de 17 años, porque le recuerda a su primer marido, que murió en la IIGM. Tom es retraído, introvertido, aficionado a la poesía y la jardinería, sensible e inseguro. Laura es refinada, discreta y afectuosa. Herb (Andrews), padre de Tom, es viudo, convencional y estúpido.

El film suma drama, crítica social y homofobia. Explora con agudo sentido crítico los estereotipos perversos de la sociedad americana de posguerra y los prejuicios que mantiene en relación a lo que es masculino y lo que es femenino. Los cambios de valores en relación a las tareas propias de la mujer y los cambios esenciales de su comportamiento que se operan durante la guerra, cuando la mujer sustituye en sus tareas a los hombres movilizados, provocan tras la finalización del conflicto bélico un movimiento de reacción que se manifiesta ampliamente, si bien con niveles variables de encono e intolerancia. Exaltan la superioridad e importancia de las virtudes que se postulan como propias del varón: ostentación y uso/abuso de la fuerza bruta, práctica de deportes atléticos (fútbol), afición a las borracheras, ausencia de manifestaciones sensibles y compasivas, conductas descaradamente machistas, desprecio de las virtudes consideradas femeninas, marginación y exclusión social de los varones sospechosos de homosexualidad, de los aficionados a tareas tachadas de impropias del varón (lectura, cocina, decoración de interiores, jardinería...) y de los dotados de rasgos de personalidad no viril (sensibilidad, amabilidad, tolerancia, comprensión...).

La arbitrariedad de los rebrotes machistas de la posguerra se pone de manifiesto en base a las contradicciones internas de algunos de sus postulados básicos (desprecio de la mujer e imperativo de matrimonios jóvenes: de 18 a 20 años para la mujer y de 20 a 22 años para el hombre), la asociación de signos externos masculinos con transgresiones sociales de aparente rechazo general (sexo prematrimonial, extramarital, de pago...), la novedad de algunos de sus principios (burla de lo femenino), la sinrazón de algunas propuestas (superioridad de la fuerza bruta sobre la habilidad y la inteligencia), etc.
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23 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
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