Cuatro de la madrugada (1965)

Narra de manera amarga como la bilis, Las relaciones de pareja.
Una, casada, con un bebé de 4 meses. Qué no se soportan ya. Rutina matarile al amor.
La otra, algo que podría ser y nunca será. Miedo a intentarlo, al fracaso.
Y entre medio un cadáver femenino. Éste ya no podrá vivir, ni el horroroso tedio. Ni la más leve o honda alegría. Y los vivos no saben que hacer con sus vidas.
Visualmente atractiva: Montaje muy troceado. Fotografía con gama de colores. Música nostálgica, con una melodía repetitiva que se pega a los tímpanos. Solventes interpretaciones.
Narrativamente plomiza, es el talón de Áquiles.
Judi Dench, jovencita y demostrando el inmenso talento que ya tenía.
La película, tiene corporalidad de ideas, sustrato temático aunque le lleva excesivo tiempo, poder mostrarlas. Le sobra densidad expositiva, que provoca brumas argumentales y monotonía descriptiva.