Lasko. El tren de la muerte (TV) (2006)

Menuda película más... No sé cómo definirla. Se me ocurren muchos adjetivos, pero desde luego el adjetivo de «buena» no está entre ellos. Ni se me pasa por la cabeza si quiera.
Lasko es un monje de una sociedad secreta que salva a todo un tren de la amenaza biológica que se cierne sobre ellos por culpa de que unos ladrones llevan con ellos un virus letal. Esa idea podría llegar a funcionar en otras circunstancias, pero no cuando el tren en cuestión está lleno de beatos que van a pedir milagros a la virgen de Lourdes. Ya ni hablar de esos monjes soldado que están para salvar a la Iglesia de diversos peligros: El Puño de Dios. Lo siento, pero menuda chorrada más gorda.
'Lasko. El tren de la muerte', es una película muy rara. Por un lado es evidente que se trata de una película más de sectas, pero también es una película de acción, con una acción más bien mala y sin suspense alguno, a pesar de que la subtrama del virus letal podría estar pidiendo algo más en esa línea.
Así que volviendo al principio de esta crítica. Ya he pensado en algunos adjetivos para definirla y creo que los primeros de la lista son «aburrida» y «estúpida», aunque con ellos me quedo muy lejos de describir realmente a 'Lasko. El tren de la muerte', una película del todo inclasificable.

Bueno, bueno...si alguien está familiarizado con las películas de televisión alemanas sabrá que no se puede sacar mucho de ellas, por no decir nada. Pues este es uno de esos claros ejemplos.

"Virus Mortal" es algo así como el "Sin Control" que protagonizó Jean-Claude Van Damme unos años antes, sólo que con vena germánica, aunque esté rodada en inglés.
La cosa va de un tren que se dirige a Lourdes en el que van Jurek, un criminal que, como tantos otros, ha robado un virus para vendérselo a un grupo terrorista, y Lasko, un soldado retirado convertido en sacerdote que ya sabemos todos lo que tiene que hacer como buen y estereotipado héroe de acción: detener a los malos, salvar a los pasajeros y vengar a sus amigos. Y punto.
Me vi esta película hace ya unos años, de principio a fin (¿qué me tomaría para aguantar tanto sin apagar el televisor?) y sólo puedo decir que me entretuvo un poquito. La vi en Antena 3, un fin de semana creo, y como buena película de multicine de domingo su función es hacer que la tarde se te pase un poco menos aburrida, y casi lo consigue de no ser porque es mala de cojones...ahora no sé si sería capaz de quedarme a verla de nuevo.

¿Por qué no admitirlo? Los alemanes hacen películas así como churros, pero nunca salen bien, como esta. Porque los actores no son creíbles, porque la historia es tópica hasta la médula, porque el ritmo no está bien llevado, porque pretende estar mejor dirigida de lo que en realidad está, porque por mucha acción en plan "Alerta: Cobra" y buena intención que haya, si tanto el equipo técnico como el artístico son mediocres, no se puede hacer nada. Mathis Landwehr hace por ser el Seagal o el Van Damme, sin carisma y sin nada que le apoye, y el malo de "24" (y de "El Guerrero del Amanecer", y de "La Momia"...), Arnold Vosloo, hace lo que mejor sabe: ir de malo sin expresar mucho facialmente hablando.
El único momento original que pude vislumbrar es cuando los frailes van entregando las hostias sagradas a los pasajeros con el antivirus inoculado en ellas. Un leve atisbo de ingenio, pero tampoco se le pueden pedir peras al olmo con estos productos televisivos.

Sshh, y si aún os quedaban ganas de seguir viendo al monje Lasko repartir leña buscad la serie que en 2.009 protagonizó el mismo Mathis Landwehr...terrorífico, efectivamente...