Los amigos del muerto (C) (1993)

Antes de convertirse en una de las directoras punteras de este país, Icíar Bollaín empezó, como tantos otros cineastas, rodando cortos.
El segundo fue este, Los amigos del muerto, una suerte de mini thriller de aire muy muy noventero, fotografía amarillenta y bastante oscura, y un desfile de rostros que después se harían muy conocidos: Ana Duato, Ramón Barea, Francis Lorenzo, Cayetana Guillén Cuervo, Álex Angulo, Chus Gutiérrez... todos hacen un buen trabajo en este curioso proyecto de apenas 8 minutos (sin créditos) que se ve con mucho agrado y mantiene su misterio hasta el final. O incluso más allá.
Bueno comienzo de una gran directora.

Sátira flojita sobre unos muertos de hambre que se quieren hacer pasar por ricos y señoriales. Un pequeño ejercicio de estilo.
Mirada que trata de ser paródica, caricaturesca y sofisticada, como una revisión irónica y levemente juguetona de una pieza de Agatha Christie, el muerto y los diez negritos.
Blanda en su pereza, en ese dejarse caer indolente que no lleva a ninguna parte, que nos adormila, fofa, boba, simpática y bonachona.
Y los actores, todos muy majos y conocidos, aquí en general están un poco horrorosos.
Y el estilo es elegante pero lánguida y conscientemente tonto.