Rage of the Yeti (TV) (2011)

Terror? Lo que es... es terrorificamente mala. No hay por donde cogerla. Me la encontré por casualidad en la televisión, y sólo la vi por saber cuán mala podía ser y lo es. ¡Y mucho!. Pero es que ni fumadome cuatro canutos, vamos.

No estamos hablando de "2001 una odisea del espacio" ni de ningún clásico de terror como "La cosa"(1982). Estamos hablando de un producto televisivo para el canal Syfy con lo que ello conlleva. En dicho canal se estrenan los telefilmes producidos por Philip J. Roth, Jim Wynosrski y sobretodo, las infames producciones de "The Asylum". Así que no hay que esperar un producto de calidad.

¿Y que tenemos? Una movida aventura de supervivencia en un Ártico helado, donde solo veremos nieve blanca, en la que unos bichos gigantescos solo piensan en merendarse a los miembros de una expedición de cazatesoros y todos los que van a ayudarles. Y como tal, es bastante entretenida. Mala, pero entretenida. Una aceptable dirección de David Hewlett, que se guarda un papelito, y que estruja el poco presupuesto que tiene, para mantener la tensión, con continuos ataques de los bichos. Para ello nutre de suficientes miembros a la expedición para que puedan morir uno tras otro. Hewlett se arremanga y nos ofrece, desde el inicio, y sin explicaciones, a los bichos atacando ¿para qué una introducción? ¡directo al meollo!

En cuanto a los personajes, para desengrasar el filme, acude a dos personajes-los cazadores- para darle un toque de humor negro, tan necesario en este género. Son el alivio cómico, aunque tampoco demasiado.

Los efectos especiales son horribles. Los monstruos son infográficos y no disponen de ningún animatrónico, así que los combates cuerpo a cuerpo son horrendos. Y la infografía es bastante mala, más próxima a "El increíble bulk". Y estamos en el año 2011, cuando por poco dinero se hacían cosas decentitas en cuanto a CGIs. Pues este no es el caso.

En fin, película que asume su mediocridad de manera desenfadada y va al grano, a una lucha non-stop de unos supervivientes para no ser devorados por unos bichos enormes y muy feos.