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Lalola (Serie de TV) (2008)

Lalola (Serie de TV)
45 min.
2,8
4.007
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Intro (ESPAÑOL)
Sinopsis
Serie de TV (2008-2009). 160 episodios. Remake de una telecomedia argentina: "Lalola". Narra las desventuras de Lalo Padilla (B. Sagredo), un seductor profesional que de la noche a la mañana se convierte en Lola (Marina Gatell) por culpa de un maleficio. Tendrá entonces que afrontar su nuevo cuerpo y su nueva sensibilidad. Sergio (Octavi Pujades), el director creativo de la agencia donde trabaja, no tiene nada en común con Lalo, y no acaba de encajar en una oficina donde reina el machismo. En K-Roll viven en vilo a la espera de que una importante multinacional invierta en el negocio. Aguirre, el presidente, confía plenamente en Lalo para dejar impresionados a los inversores. Lo malo es que Romina, su última amante, viéndose abandonada, recurre a un hechizo que convierte a Lalo en una despampanante mujer. (FILMAFFINITY)
Género
Serie de TV Comedia Remake
Dirección
Reparto
Año / País:
/ España España
Título original:
Lalola
Duración
45 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Lalola
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2
Y el malo será el mayordomo.
Vistos dos episodios, ya tengo más que suficiente: un bodrio carente de cualquier originalidad o ingenio, interpretado por un elenco de inútiles que solo saben berrear y hacer aspavientos.

De entrada la idea ya es original por los cojones: un tipo machista se despierta convertido en mujer, y deberá sufrir en sus carnes lo mismo que él hacia. Tan original como dormir con los ojos cerrados. Tan visto y lamentable como el escote de la Obregón.

Con lo que se gastan en un capitulo, que no acaba por ser mas que un truño, yo me liaba varias mariscadas que acabarian por ser igualmente excremento, pero que al menos algo de gozo me reportarían.

Además, quisiera decirle a la señora Gatell que no todos los hombres nos sentamos espatarrados, ni nos palpamos los bajos cada diez segundos, ni tenemos el eructo, el pedo, y la rascada de bullate como lenguaje común. Torrente es un personaje de ficción, no la imagen del hombre español. Mira otro tipo de pelis, chata.

Aunque viendo un capitulo de ésto, dan ganas de eructar el alfabeto completo de adelante a atrás dos veces seguidas, o de tirarte un pedo en fa sostenido hasta que la zurraspa del gayumbo se pueda recortar y usar de boina.

Poco futuro tiene, pero que quede bien clara mi queja: en vaya mierdas que se gastan los dineros. Dios le da pan a quien no tiene dientes, dicen algunos. Ni verguenza, agrego yo.
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81 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
2
Como las hemorroides
Cuando uno que se mueve por unos mundos en donde trabajar (y cuando se tiene donde) significa doblar mucho los riñones y partirse las espaldas, no deja de sorprender que en el plano televisivo no importa de qué puñetas vaya la serie; el curro de ellos será con traje y corbata, aire acondicionado, puteríos mil y unas vidas con tantas emociones en dos minutos como las que yo jamás tendré aunque viviera quince vidas seguidas; unas detrás de las otras.

Y este tipo de vida no es tan placentera como parece. Si en las que van de hospitales te ves unas movidas extrañas en donde el familiar de un enfermo por desesperación atenta contra la vida del doctor revolver en mano, en la que va de abogados habrá alguno que le suelte una frase a otra del tamaño "Ya te dije que mi vida es demasiado complicada para ti, por favor, no te enamores" (todo ello con la voz como si estuviese eyaculando en ese momento), qué menos que en una serie en donde son publicistas, el tío se despierte una buena mañana con un tipito bastante apetecible. Y oye, normal.

Lo que no encuentro tan normal es aquella manía de notar que te acaba de suceder un fenómeno de tales características, y en vez de salir por partas al médico de cabecera (mínimo) para ver qué se puede hacer, te cambies el nombre, lo ocultes, y a seguir viviendo.

Muy al principio odiaba la serie. Ahora me sigue pareciendo tonta, pero he de reconocer que cada vez me da más morbillo ella por mucho que vaya de machota o que se cague en dios.

Cambiar de sexo sin consentimiento propio debe de ser como las hemorroides; se sufre en silencio.
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19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
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