El color del crimen (Freedomland) (2006)

A lo mejor la premisa argumental del filme (por un lado tenemos a Samuel L. Jackson ejerciendo de policía recto y profesional, y por el otro a Julianne Moore en el papel de madre histérica y chiflada que busca desesperadamente a su hijo pequeño desaparecido) daba para algo más o menos interesante. No cabe duda de que el director se la metió doblada a los productores y consiguió convencerles. Solo así se explica que con semejante material la película se haya estrenado en salas comerciales y no en la sobremesa de una televisión cualquiera (visto lo visto, su lugar más indicado), porque para ser sincero he de decir que el resultado final les ha salido de lo más soso y aburrido: no engancha, ni inquieta, ni emociona, ni asombra, ni nada de nada. Por no valir, no vale ni para pasar el rato. Un bodrio total.

He vuelto a ver esta película con motivo de hacerle una crítica más elaborada. Realmente no me había parecido tan mala como encontre en el panorama de otras críticas. En esta segunda "lectura" pude ver cosas que antes se me habían pasado por alto. Creo que, en general, este film ha sido visto muy superficialmente. El tema central más allá de la intriga policial, y el frénesis por resolver una cuestión racial es el de los hijos. Los hijos son enormemente importante para nosotros, pero solemos dejarlos más de lo debido solos, suelen dificultar nuestros deseos de hacer otras cosas, limitarnos, y muchas veces para satisfacernos los descuidamos. Este es el punto en donde pone su foco el film. En realidad la película despliega una profunda tristeza de vida. El personaje de Moore es profundamente trágico, abismalmente solitario. El título, así como el nombre del orfanato: "tierra de libertad" induce quizás a pensar en que clase de libertad es la que tenemos, los negros aprisionados por el racismo como en la época esclavista, los blancos atados a una vida superficial y solitaria. Fragmentados y tristes. Pero seriamente negros y blancos son solo categorias sociales que llevamos demasiado lejos a la hora de categorizar y encasillar a la gente. El film tiene sus grandes baches narrativos, y resulta bastante flojo argumentalmente en varias partes. Las actuaciones tampoco me parecen brillantes. Sin embargo, y pese a estas debilidades, esconde muchas complejidades y riquezas a tener en cuenta. En síntesis: es un film intenso y confuso como la vida misma.