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Top Gun: Maverick (2022)

Top Gun: Maverick
131 min.
7,0
27.021
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Sinopsis
Después de más de treinta años de servicio como uno de los mejores aviadores de la Armada, Pete "Mavericks" Mitchel (Tom Cruise) se encuentra donde siempre quiso estar: superando los límites como un valiente piloto de pruebas y esquivando el ascenso de rango, que no le dejaría volar emplazándolo en tierra. Cuando es destinado a la academia de Top Gun con el objetivo de entrenar a los pilotos de élite para realizar una peligrosa misión en territorio enemigo, Maverick se encuentra allí con el joven teniente Bradley Bradshaw (Miles Teller), el hijo de su difunto amigo "Goose". (FILMAFFINITY)
Género
Acción Drama Ejército Aviones Secuela
Dirección
Reparto
Año / País:
/ Estados Unidos Estados Unidos
Título original:
Top Gun: Maverick
Duración
131 min.
Guion
Música
Fotografía
Compañías
Grupos
Top Gun
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Premios
2022: Premios Oscar: Mejor sonido. 6 nominaciones, incl. mejor película
2022: Globos de Oro: Nominada a mejor película drama y canción
2022: Premios BAFTA: 4 nominaciones, incl. mejor montaje y fotografía
2022: Festival de Cannes: Sección oficial (fuera de concurso)
2022: National Board of Review (NBR): Mejor película y fotografía
8
Maverick vuela alto gracias a la espectacularidad (y a la épica) de las secuencias sin CGI
Decía Joseph Kosinski (Oblivion, Héroes en el infierno) que él se enamoró de Top Gun cuando la vio en cines de niño. Y que lo que quería transmitir con esta secuela, es todo el amor que le provocó por el cine la primera intentando realizar un gran evento cinematográfico, en forma de blockbuster veraniego, que mantuviese la esencia de la original, pero realizando los cambios necesarios para actualizarla a nuestros tiempos y que los nuevos espectadores puedan vibrar en una butaca de cine con el espectáculo.
Sinceramente, después de ver la cinta, únicamente puedo limitarme a aplaudirle porque tengo claro que ese amor que sintió el Joseph niño está patente en cada una de las escenas de Top gun: Maverick.

Centrándonos ya en la cinta en sí, la película nos sitúa unos 30 años después de los eventos ocurridos en la primera entrega. Y la trama gira entorno a cómo Maverick debe entrenar a un grupo de elite de pilotos para realizar una misión prácticamente imposible. Entre los pilotos, está el hijo de Goose, hecho que provocará toda una serie de tensiones por el tipo de relación que ha llevado nuestro protagonista con él durante todos estos años.
Desde el minuto uno, cuando nos realizan la presentación de personaje de Maverick, nos damos cuenta de cómo de claro tiene el equipo tras las cámaras lo que se traen entre manos con esta cinta. Es una presentación que hará las delicias de los fans de la antigua (guiños, homenajes, etc.) y que para los que lleguen nuevos a la saga funcionará también ya que en muy pocos minutos te saben definir a la perfección quién es y cómo es Maverick.

Posteriormente, la película ya arranca con el argumento antes mencionado y ejecuta algo más que interesante y no es otra cosa que plantear una película con un claro tono crepuscular. Hasta el punto que ese tono traspasa la pantalla y da la sensación de que algunos diálogos nos hablan del cine de alto presupuesto actual, tan lleno de CGI y cómo Maverick (y Tom Cruise, que sigue sin usar dobles) es la bandera de ese cine que “ya no se hace”, muy artesanal y sin prácticamente uso de pantalla verde. Hecho que, dicho sea de paso, es completamente cierto. Se nota, y mucho, que se han molestado en rodar con pilotos reales todas las escenas aéreas dotando todo de un realismo apabullante que hará las delicias de gran parte del público.
Por otra parte, la película me ha parecido el ejemplo perfecto de cómo se debe hacer una secuela tantísimos años después. En lugar de darnos únicamente nostalgia a raudales (cosa ultra extendida en los días que corren) lo que hacen es colocar a la primera como si fuera un “tótem” cruzando referencias, imágenes y recuerdos de los personajes, pero utilizado todo como vehículo para entender las acciones de los personajes en el presente, dándole, por lo tanto, un claro sentido narrativo a esa nostalgia e integrándola completamente dentro de la propia trama.

Desde el punto de vista del reparto, no hay mucho que decir. Tom Cruise es una super estrella y él lo sabe y el director también y luce como tal durante toda la película. Jennifer Connelly está que se sale y la química entre ambos funciona a la perfección dando algunos de los momentos más divertidos de la película.

En conclusión: Creo que la cinta hará las delicias de los fans de la original y pienso que, en general, gustará mucho a todos los fans del cine de acción de los 80-90. Además, es una cinta de la que creo que Tony Scott (al cual va dedicada la película) estaría orgulloso. Es muy espectacular y muy épica cuando debe serlo, tiene momentos muy divertidos cuando necesita bajar el ritmo y es capaz de meter un poso dramático en la relación de los personajes que le sienta francamente bien. Más que recomendable su visionado. Es un blockbuster de los buenos.

Twitter: @QuiqueMartin27, colaborador de Mundoplustv
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236 de 274 usuarios han encontrado esta crítica útil
7
Más acción, más épica. Tom Cruise sigue siendo el ídolo del aire
Más de treinta años después, el binomio Jerry Bruckheimer - Tom Cruise funciona a las mil maravillas. Corría el año 1986 y con Top Gun, Cruise entraba en el Olimpo del cine de acción con el papel de Pete 'Maverick' Mitchell. Esa sonrisa socarrona, gafas de sol y chupa de aviador tiraban abajo la puerta del Salón de la Fama de la chulería hollywoodiense. Y el tipo se mantiene, vaya que si se mantiene.

Ídolo entre ídolos, jamás entenderé la animadversión hacia Cruise, si de cine hablamos. Habla por sí sola la reputación de un actor que debutó con Franco Zeffirelli, en 'Amor sin fin', y a partir de ahí ha trabajado con: Francis Ford Coppola, Ridley Scott, Tony Scott, Sydney Pollack, Martin Scorsese, Oliver Stone, Robert Redford, Ron Howard, Sydney Pollack, Brian De Palma, Michael Mann, Paul Thomas Anderson, Stanley Kubrick, Steven Spielberg, John Woo, Christopher McQuarrie, Bryan Singer o Cameron Crowe.

En fin, normal que Cannes se haya puesto en pie para recibir la presentación de Top Gun: Maverick, una película que mejora a la original y que te deja sin aliento, o mejor dicho: Take my Breath Away.

Si algo notable tiene Top Gun: Maverick es que sabe armonizar bastante bien todos los palos que toca. Hay momentos para el romanticismo (Jennifer Connelly) y la comedia, incluso. Pero donde realmente despega y de una forma brutal es en la épica y la acción. Ya desde el principio, con 'Danger Zone' de fondo, te agarras a la butaca y toma chute de adrenalina. ¡Menudo arranque!

A partir de ahí, todo es un jolgorio para regocijo de los fans de Cruise, entre los que me incluyo. Está enorme, de verdad. Las escenas dentro de los cazas son reales, así como la fuerza G a la que se somete el reparto. Pero que es que el norteamericano ya nos tiene acostumbrados a esto, que es toda una delicia de realidad.

Eso entronca con el argumento, demencial como el original. Pero da igual, pues su ritmo frenético, esa banda sonora de Hans Zimmer (canción de Lady Gaga mediante) y las interpretaciones son tan notables, que pasas por alto cualquier fallo de guion. Todas las piruetas del mundo de los Top Gun, así como su chulería intrínseca y hormonada tapan cualquier agujero argumental.

Ni qué decir tiene que los terroristas son el convidado de piedra de esta fiesta llena de excesos, donde el entretenimiento reina de principio a fin. Qué más da, hemos venido a disfrutar -una vez más- de Tom Cruise y su equipo; de ese Jerry Bruckheimer que produjo la acción de mi infancia y un relevo generacional de gallitos, como Miles Teller y Glen Powell, para continuar el legado..

La guinda a la emoción la pone Val Kilmer, al que el cáncer de garganta dejó sin voz. Es el nexo de unión entre los vivos (Cruise) y la nostalgia de los que ya no están, pero siguen volando en el ambiente. De hecho, Kosinski recurre a imágenes de hace treinta años, bien montadas y que no rompen en ningún momento el ritmo de la cinta.

Obviamente Top Gun: Maverick no será la mejor película de la historia, pero sí por la que bien vale pagar una entrada de cine. Una oda al espectáculo, al entretenimiento y a un actor, Tom Cruise, siempre a sus pies.

ARGODERSE
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