Black Hole: Destrucción de la Tierra (TV) (2010)

El tío Terry, protagonista de la película, tiene una deficiencia mental. Es una especie de autista, pero al mismo tiempo es un genio. En la peli te dicen que nació así, pero yo tengo otra teoría: era una persona normal, pero al leer el guión, le empezaron a dar convulsiones y acabó con una deficiencia mental grave. Le pasó a él. Te puede pasar a ti también. Os lo advierto: ¡no veáis esta película!

Yo me considero bastante inmunizado ante este tipo de películas. Si pude soportar esa obra maestra llamada "Magafalla", podía soportar cualquier cosa, pensé. Pero no esperaba que el ser humano fuera capaz de engendrar algo tan maléfico como "Black hole". En aquella película, la de la superfalla que dividía EE.UU. en dos mitades, por lo menos uno se lo pasaba bien, pues no sólo te reías con las memeces que decían, sino que había algo de acción y efectos especiales. Acción pésima y efectos digitales echos con el Paint, pero por lo menos te entretenías. "Black hole" o "Quantum Apocalypse" como la llamaron originalmente, no tiene ni eso. Parece que no tenían dinero para efectos visuales, o quizá la premisa argumental es tan sumamente absurda (los que sepan algo de ciencia, por favor, no la veáis si no queréis arrancaros los ojos), que el cerebro humano no estaba capacitado para concebir visualmente semejantes patochadas. Yo creo que fueron las dos cosas. La cuestión es que, a falta de acción o FX, todo se llena de diálogos absurdos y frases poco creíbles, no ya las que hacen referencia a los diálogos de los personajes, sino las propias "teorías" de los científicos que se supone van a salvar al planeta. En serio, yo sé algo de agujeros negros, materia oscura y todo eso, aunque no demasiado. Pero ha terminado la película y no tengo ni idea de lo que estaban diciendo los punkiastrónomos.

En resumen, que hay películas que aunque científicamente sean para hacerse el hara-kiri, por lo menos entretienen. En el caso de "Black Hole" es tal el grado de memez de todo lo que ocurre, en todos los aspectos, tanto científicos como artísticos, que en lugar de disfrutarla, aunque sea riéndote de las mamarrachadas que ocurren, acabas sufriendo porque da la sensación de que los guionistas se están riendo de ti. No hay ser humano que se pueda tomar en serio este engendro televisivo.

PD: No quería escribir la crítica porque eso implicaba darle algún tipo de puntuación a la película. Al final, mi solidaridad hacia el ser humano y mi esperanza en que alguien lea esto y finalmente no vea la película, ha hecho que acabe dándole más puntuación de la que se merece. Si con ello he salvado una mente sana, me quedo satisfecho.

La terminología científica que aparece en los diálogos (perihelio, quarks, etc.) es algo así como la hojarasca que recubre las ideas centrales de este telefilm: la familia como grupo dispersado y separado, y también como representación en pequeño de la Nación, y de la Humanidad - como ocurría ya en "El día de mañana" (The Day After Tomorrow, 2004), de Roland Emmerich, del que este telefilm copia la escena de las olas gigantes inundando la ciudad de Nueva York- es una de esas ideas centrales, aunque lo menos interesante aquí sea la peripecia de la familia Marshall, y lo más interesante sea la elucubración científica, el "¿Y si...?". La familia, los lazos familiares, a menudo son puestos a prueba en este tipo de ficciones apocalípticas.

Otra de las ideas importantes, derivada de la familia disgregada, es precisamente la idea de unión, como recalca el discurso del inevitable Presidente de los Estados Unidos (Peter Jurasik):ya que no somos capaces de evitar la destrucción de la civilización, del género humano y hasta de la Tierra, al menos permanezcamos unidos en la tragedia, viene a decirse. El voluntarismo, la idea de que la voluntad, la fuerza y la inteligencia de un héroe o unos pocos héroes pueden salvar el mundo de su destrucción, es otra idea fundamental, aunque tampoco demasiado original, pues aparecía ya en "The Core (El núcleo)" (The Core, 2003), de Jon Amiel, film donde, como en este telefilm, se contraponía ya al "outsider", al marginado, al crítico con el sistema, con el sistema mismo, estableciendo una astuta síntesis entre un polo y otro a la hora de repartir los heroísmos finales.

La sensación de "déja vu" que experimenta Randy Mulkey es similar a la que experimenta el espectador informado al ver este telefilme: un "déja vu" constante con respecto a algunas películas de tema apocalíptico producidas en años anteriores. Además, como otras muchas ficciones audiovisuales recientes de tema apocalíptico, ésta nos promete mucho más de lo que en realidad nos da; nos tenemos que imaginar la destrucción de la Tierra, verdaderamente espectacular, que se nos propone.

Este telefilm está editado en España en DVD en una edición engañosa, pues se presenta como si fuera una película estrenada en cines, cuando no es más que un telefilm de escasa calidad, y escaso interés, salvo para completistas y/o fanáticos del tema apocalíptico. Si se eliminaran todas las escenas familiares, en general sin interés, y se dejara sólo la parte más científica, duraría unos 45 minutos, pero claro, entonces no se podría vender ni como un telefilm...