El sargento (1968)

Los gestos, las miradas, las órdenes, las sonrisas de Rod Steiger, son el indicativo de una buena interpretación que se ve bien arropada por los demás actores, hasta por la sobriedad de John Phillip Law que parece que no se entera de las intenciones del sargento. Sin duda, la dureza de un militar que tiene que ocultar su homosexualidad ante los soldados que tiene a su mando, y la ternura de un hombre enamorado de verdad de uno de sus soldados, son sentimientos que pueden resultar exagerados en un actor cualquiera, pero aquí, Rod Steiger manifiesta todos los matices entre esa dureza y la ternura, inmerso en el ambiente militar. Desde luego está para darle el oscar, al cual no optó en 1949 y se lo dieron a Cliff Robertson por su papel en “Charly”, también merecido. Si yo fuera profesor de interpretación en una escuela de cine, utilizaría esta película para enseñar a mis alumnos como un actor debe expresar sus sentimientos y como debe pasar de uno a otro, aunque sean aparentemente opuestos, como es del “amor” a la “venganza”. Ver llorar a Rod Steiger es uno de los momentos cumbre de la interpretación en la historia del cine. Creo que es por el tema de la homosexualidad, y que además sea un militar el homosexual, lo que hizo que esta película no se promocionara como merece. El guión es bueno, con lo que solo falla la dirección para conseguir una gran película. John Flynn no sabe obtener de ese guión y de esos intérpretes una sucesión de imágenes que determinen una obra del séptimo arte y se limita a juntarlo todo como un buen artesano pero sin ninguna calidad artística. La recomiendo muy encarecidamente.

Durísimo y valiente drama de tinte homosexual, enmarcado en la figura de un atormentado y duro sargento primero del ejército de los Estados Unidos en la Francia de la posguerra. Un hombre que lucha contra la atracción que siente hacia un subordinado joven y guapo al que maltrata y acosa al verse rechazado, para luego odiarse así mismo por lo que hace y siente.

Película dura y áspera, que aborda un tema peliagudo no solo por el tema que trata, sino porque además se enmarca en el ejército, y porque está rodada en el año 1968. Pasó sin pena ni gloria por los cines de aquella época… y no hace falta estudiar mucho el porqué. Era una época difícil para hacer tragar a la gran mayoría de la opinión pública con un tema tan espinoso, como es el hecho descrito en el film, en el que un heroico sargento veterano de la IIGM, y que es homosexual sin admitirselo así mismo, desarrollase su carrera militar en el ejército norteamericano de la posguerra.

Interesante ver cómo se va desarrollando la relación del sargento, interpretado por un extraordinario Rod Steiger, con el resto de la tropa y en especial, con el subordinado causante de sacar sus más ocultos sentimientos, encarnado en la figura de John Phillip Law.

Dirige con maestría, en lo que fue su opera prima, John Flynn, director que luego no refrendo sus prometedores inicios. En sus trabajos más destacables figuran, “El ex –preso de Corea” de 1977 o “La organización criminal” de 1973. Del resto de su corta filmografía, nada más especialmente destacable.

Rod Steiger, en probablemente uno de los mejores papeles de su carrera, que ya es decir, pues un actor que tiene títulos como “En el calor de la noche”, (1967), o “El prestamista”, (1962). Actor de grandes prestaciones y con un buen montón de películas de nivel en su haber. Aquí insisto, esta brillante.
Se completa el plantel con el guapo John Phillip Law, (El Barón Rojo, 1971), la francesa Ludmila Mikael, (Dien Bien Phu, 1992), Frank Latimore (El susto, 1946) y Elliot Sullivan, (Dirección prohibida, 1949).

Recomendable y olvidado film, que merece la pena verse por su valentía y por unas dramáticas interpretaciones de primer nivel. Pero sin lugar a dudas para el aficionado a los dramas homosexuales, película imprescindible.