Trailer (Español)
- Sinopsis
- En 1945, Jakob Bronski, un joven disidente confinado en Drancy, toma bajo su protección a dos niños, Melanie y Christopher. Cuarenta años después, Melanie averigua que el anciano Jakob, que creía que había sido trasladado a Auschwitz y asesinado, sigue vivo. Inmediatamente lo invita a vivir con ella y su familia en su granja de Canadá. Lo que Melanie no esperaba era que Jakob llegara acompañado de Christopher. (FILMAFFINITY)
- Género
- Drama Romance Holocausto
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 2007 / Canadá
- Título original:
- Emotional Arithmetic
- Duración
- 95 min.
- Guion
- Música
-
- Fotografía
- Compañías
- Links
Premios
2008: Premios Genie (Canadá): 4 nominaciones
"Una interesante catarsis anímica de aliento bergmaniano, comandada por un excelente grupo de intérpretes, aunque un tanto lastrada por ciertos recursos narrativos y formales"
Javier Ocaña
[Diario El País]
"Es difícil escoger mejor a sus intérpretes y el drama que cuenta debería ser capaz de conmover (...) Barzman no traspasa la epidermis cada vez más curtida del espectador (...) Puntuación: ★★ (sobre 5)."
Federico Marín Bellón
[Diario ABC]
4
2
Positiva
0
Neutra
2
Negativa
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Sin macerar
23 de septiembre de 2008
La historia sobre profundos sentimientos arraigados en el interior de los protagonistas es efectiva pero nunca consigue ir más allá.
Obviamente, tener a intérpretes como Susan Sarandon, Christoper Plummer, Gabriel Byrne o el gran Von Sydow ante la cámara nos hace pensar que la culpa no es de ninguno de ellos y que algo debe haber acontecido durante el desarrollo para que la cinta no se fragüe del mejor modo posible.
Los excesos que comete, en alguna ocasión, Paolo Barzman al administrar ese guión que, en ocasiones, parece minuciosamente preparado, pero nunca se pierde en el detalle, nunca se adentra en la emoción, terminan por lastrar un trabajo que, entre secuencias radiantes de vida, posee ciertos instantes sacados de quicio cuyo objetivo final no se alcanza a simple vista y, con tiempo, se termina obviando.
Los flashbacks con una brillante, magnífica y demoledora fotografía dan el soporte necesario para comprender de donde viene y hacía donde va todo, sin embargo, en ningún momento se sustentan por ser tan aclaratorios como evidentes y deshilvanados de un relato que cuelga a pedazos y nunca halla el camino para introducir al público en un buen bache. Uno de esos que hacen que todo se te suba al estómago y al cuello y empieces a paladear y disfrutar de cada minuto, de cada segundo. Uno de esos que, con creces, hubiera requerido un trabajo de estas características, donde aquello que más duele, lo que siempre intentamos olvidar para no remover extraños sentimientos, vuelve a salir a flote. Uno de los que hacen que, finalmente, la conmoción zarandee al espectador. Pero no sucede. Sólo faltó que macerase, dándole un poco más de talento, que no tiempo.
Obviamente, tener a intérpretes como Susan Sarandon, Christoper Plummer, Gabriel Byrne o el gran Von Sydow ante la cámara nos hace pensar que la culpa no es de ninguno de ellos y que algo debe haber acontecido durante el desarrollo para que la cinta no se fragüe del mejor modo posible.
Los excesos que comete, en alguna ocasión, Paolo Barzman al administrar ese guión que, en ocasiones, parece minuciosamente preparado, pero nunca se pierde en el detalle, nunca se adentra en la emoción, terminan por lastrar un trabajo que, entre secuencias radiantes de vida, posee ciertos instantes sacados de quicio cuyo objetivo final no se alcanza a simple vista y, con tiempo, se termina obviando.
Los flashbacks con una brillante, magnífica y demoledora fotografía dan el soporte necesario para comprender de donde viene y hacía donde va todo, sin embargo, en ningún momento se sustentan por ser tan aclaratorios como evidentes y deshilvanados de un relato que cuelga a pedazos y nunca halla el camino para introducir al público en un buen bache. Uno de esos que hacen que todo se te suba al estómago y al cuello y empieces a paladear y disfrutar de cada minuto, de cada segundo. Uno de esos que, con creces, hubiera requerido un trabajo de estas características, donde aquello que más duele, lo que siempre intentamos olvidar para no remover extraños sentimientos, vuelve a salir a flote. Uno de los que hacen que, finalmente, la conmoción zarandee al espectador. Pero no sucede. Sólo faltó que macerase, dándole un poco más de talento, que no tiempo.
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18 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emocionalmente aritmética
24 de septiembre de 2007
Esta película de curioso título, "Aritmética emocional", es un notable drama en torno al, eso sí, ya manido asunto del holocausto judío y los traumas provocados en aquellos que sobrevivieron a tan terrible experiencia. Una mujer recibe en su casa a dos compañeros del campo de concentración donde estuvo de niña, a los que no veía desde entonces, y esto afectará a su ya de por sí inestable salud mental.
Magníficamente interpretada además, por Susan Sarandon y el resto de actores de este poderoso (aunque no demasiado original ni novedoso) drama, entre ellos Max Von Sydow y Gabriel Byrne.
Magníficamente interpretada además, por Susan Sarandon y el resto de actores de este poderoso (aunque no demasiado original ni novedoso) drama, entre ellos Max Von Sydow y Gabriel Byrne.
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26 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
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