Alicia en el país de las mercancías (Serie de TV) (2000)

Un flojísimo intento de hacer novelas de acuerdo con las actividades económicas comerciales y tributarias y mezclarla con un cuento de hadas cuyo resultado termina siendo absurdo es con Alicia en el país de la mercancías.
Trata de una muchacha de 20 años llamado Alicia Cardona que trabaja como recepcionista en un depósito de carga Cargaboleno y su jefe inmediato es Mauricio Manrique. Sin embargo, debe decidir si seguir siendo leal para con él o denunciarlo ante las autoridades debido a que cometía el delito de contrabando a pesar de que se comportara como advenedizo e incoherente con el tema de la corrupción política y ciudadana. Para enredar más la historia, Mauricio habría desaparecido a la mejor amiga de Alicia, Yolanda Urbina y emprende una investigación rigurosa con ayuda de un funcionario de la DIAN Luis Carlos Flórezx para desmantelar una red criminal que montó Mauricio Manrique por contrabando, lavado de activos, evasión de impuestos mediante paraísos fiscales y corrupción. Ahí se debate, por cuestiones meramente éticas si escoge a Mauricio pese a sus delitos que lo puede llevar para la cana, o a Luis Carlos por su árdua misión de perseguir a los bandidos como el mismo Mauricio.
El elenco, pese a contar con personajes experimentados daba pena ajena. Empezando por Verónica Orozco que nunca ha sido preponderante como actriz protagónica ya que en éste y otros papeles nunca cuaja. Siempre insípida e indecisa desde tiempos inmemoriales. Le va a tocar que vuelva a la academia de actuación para reforzar todos los temas habidos y por haber. Sólo le sirve para el de reparto y nada más. No entiendo por qué RCN Televisión la imponen en ese rol que no le luce para nada. Y qué puedo decir de su pareja Antonio Sanint: la misma vaina, con la pequeña diferencia que le luce de reparto y es un gran comediante. Pare de contar.
Penoso y más con un tema bien complejo como lo son mercancías y aduanas con sus respectivos pecados para recrear historias en el cual les falta bastante inventiva y más giros para que sea interesante.
Para rematar, para que la caguen más, trajeron a Fanny Kertzman directora de la DIAN de ingrata recordación que cómo olvidar en una escena de Yo soy Betty la fea al tratar de resolver el problema de Ecomoda (teniendo a Betty, Armando y Mario) por la compra de telas panameñas de contrabando y no dió brazo a torcer al inflingir sanciones implacables por lo que les dejó un par de perros bravos dóberman diciéndoles: "quietos Satanás". ¡Horripitante!