Rosa de medianoche (1933)

Me ha parecido deliciosa esta mezcla de drama, cine negro, romance y denuncia social en el que Wellman demuestra la increíble capacidad y talento que poseía, regalándonos escenas de gran pericia visual y una narración portentosa.
Al mismo tiempo, cuánto valoro ahora las películas realizadas antes del código Hays, donde estos directores podían mostrar muchas cosas que luego les estaría prohibidas pero sin renunciar a la elegancia y sutileza innata que poseían estos realizadores, mostrando escenas impensables poco después en el cine, pero también carente de la corrección política que, un cine más obvio y burdo pero también más hipócrita, como el de ahora posee.
Siempre he pensado que Wellman poseía una sensibilidad exquisita y un profundo respeto a la figura de la mujer.
Otras películas suyas lo confirman y aquí, me gusta el papel protagonista que otorga a la mujer ( con un texto de Anita Loos, conocida por ser la autora de " Los caballeros las prefieren rubias").
Nos cuentan la trayectoria vital de una mujer nacida en las cloacas y su periplo en la vida donde los prejuicios, barreras sociales y de clase, junto con la Gran Depresión y los obstáculos inherentes a su condición femenina, le conducirán irremediablemente a codearse con el mundo del hampa a pesar de sus esfuerzos por alcanzar una vida respetable.
A mí me parece que a esta cinta hay que prestarle mucha más atención.
Tiene un arranque soberbio y , luego, a modo de ingenioso flash back, nos va introduciendo en las diferentes circunstancias que han llevado a esa mujer a estar donde está. Sentada en el banquillo de los acusados por asesinato.
No quisiera en modo alguno hacer spoiler pero toda la película está llena de escenas sutiles y detalles, aparentemente, sin importancia, que critican a la sociedad de su tiempo ofreciendo una radiografía muy veraz de esa sociedad que presumía de bienestar y que era insolidaria y egoísta, al tiempo que muestra apuntes muy veraces, algunos muy políticamente incorrectos, de la situación de la mujer y su papel en esa sociedad.
El romance catártico que nos propone, aporta la nota de suavidad y amabilidad optimista que el espectador necesita para esta cruda historia soberbiamente contada por Wellman.
Un gran drama que hay que rescatar.

Estamos ante una de las pocas películas previas a la censura del Código Hays en las cuales se tratan temas duros pero con sutileza y que carecen del crudo exhibicionismo de algunas películas actuales sobre los mismos temas. Se podría decir que es un buen pasatiempo con correctas actuaciones de los protagonistas y una sobria dirección de William A. Wellman. Pero lo que más destaca de la película es sin duda la presencia de una de las actrices más lindas de su época con unos ojos y una mirada sin duda inolvidables: Loretta Young.