La decisión (2017)

No estamos acostumbrados la verdad a que nos lleguen muchas películas desde Irak, yo personalmente esta es la primera película que veo de este país, el director Mohamed Al Darardi es uno de los directores más reconocidos en su país y presenta su nueva película. Entre los anteriores trabajos del director cabe destacar sobre todo “Son Of Babylon”. La cinta ha sido pre-candidata en los Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

La historia se centra en la fecha del 30 de diciembre de 2006 en Bagdad, donde se está celebrando la festividad del Eid Al-Adha, una de las más representativas del país. Justo ese mismo día se produce la reapertura de la estación de tren, después de varios años cerrada por la guerra y ese acontecimiento será aprovechado por Sara para realizar un atentado suicida.

Desde la escena inicial el espectador entrará en la acción, el director nos presenta temas muy diversos como la pobreza, las secuelas de la guerra y la destrucción del país por parte de terceras personas. El mayor problema que tiene es que quiere desarrollar muchas tramas y eso hace que la cinta se pierda y no encuentre un continuo estilo narrativo. Salen diversos personajes como un estafador, una mujer que huye con su bebe, una niña que vende rosas y un niño limpiabotas.

Todo el peso de la película lo lleva la pareja protagonista, sobre todo la actriz Zahraa Ghandour, cuya presencia, sus miradas y sobre todo sus silencios son esenciales. Me gustó el suspense que transmite, pero en su conjunto no tiene la fuerza que yo esperaba.

Lo mejor: El trabajo de su actriz protagonista.
Lo peor: Quiere tocar muchos temas y eso le perjudica.

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El cine en ruinas de un país, Irak, en ruinas, afectado de shock postraumático generalizado en palabras de este director iraquí-holandés formado en Inglaterra se asoma periódicamente a las pantallas internacionales probablemente solo bajo su firma y exclusivamente a través de festivales. En su cine hay loable voluntad de reconciliación y de reconstrucción de su país que abandonó a los 16 años en busca de una vida mejor, sin dictaduras ni invasiones foráneas. "Son of Babylon" (2009) nos dejó sus virtudes y defectos que se repiten en esta que nos ocupa, ambas interesantes.

A través de los ojos y el rostro revelador de la debutante Zahara Gandour contemplamos los restos del naufragio de una sociedad iraquí en plena guerra "de los golfos" antes de que decida si detonará el explosivo que lleva pegado a su cuerpo. De "el viaje" título original de la cinta, que le ha llevado hasta aquí y sus razones poco nos desvela Al Daradji, pero sí nos embarca en un segundo viaje a contra reloj en que irá descubriendo que los problemas internos y externo de su tierra no se arreglan mandándolo todo por los aires. Es cierto que falta contexto, que el ritmo es irregular aunque mantenga la tensión y que personajes y subtramas están poco desarrollados, pero el mensaje de que cada persona tiene en la recámara su propia opción ante cualquier adversidad es nítida.

Rodada en escenario único de la estación ferroviaria de Bagdad bebe de la fuente del neorrealismo para acabar trascendiendo en una metáfora de un país que debe permanecer unido, con el diálogo como única forma de salvación.

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