¿Por amor o por dinero? (2019)

No voy a negar que mis expectativas ante este film eran bastante limitadas, pero después de verla mi opinión ha sido bastante diferente.
La película juega sus bazas aunque al revés, y es que no es la típica historia de un hombre que cae rendido a los pies de una dama, sino que se trata de un juego más maquiavélico en el que el protagonista irá jugando con la paciencia de ella hasta llevarla a una elección final la cual puede cambiar el rumbo de todo.
Como ya he comentado, es una historia sencilla que se apoya en unos buenos secundarios que logran dar cierto empaque al producto y es que aquí no se trata de poner grandes nombres ante la pantalla, sino de lograr cohesionar todo el conjunto.
En el apartado técnico, destacaremos unas buenas localizaciones y una lograda partitura musical, que logran que el resultado final sea bastante satisfactorio.

¿Por amor o por dinero? no es una obra maestra de la comedia, ni va a cambiar el mundo, ni podría haber estado escrita por Billy Wilder, obviamente, pero es de lo más simpática y tiene un punto de partida interesante.
Así como Shrek era una burla de los cuentos de hadas (pese a acabar siendo más tradicional incluso que los cuentos que quería parodiar), esta cinta de Mark Murphy es una parodia de las comedias románticas de las últimas décadas, y el resultado es bastante divertido y sobre todo muy simpática. Además, tanto Robert Kazinsky como Samantha Barks están estupendos. Ella, en concreto, sorprende por lo buena comediante que es, cuando hasta la fecha sólo la habíamos visto brillar en el musical, terreno que domina a la perfección tanto sobre las tablas como en la pantalla (de hecho, es una de las mayores estrellas de los últimos diez años en el género). Alegra ver también lo bien que se ha reinventado Ed Speleers, que podría haber quedado herido de muerte por el fracaso de Eragon y sus truncadas secuelas, pero también tiene madera de comediante, y aquí lo demuestra.
Muy agradable, entretenida y divertida, algo que no todas las comedias románticas pueden decir. Pero esto no es una comedia romántica al uso.

Lo mejor: Los actores y su humor.
Lo peor: Tampoco es magistral.