Seis gendarmes en fuga (1970)

Nuestro querido Louis de Funès, es un sargento gendarme de una población costera francesa. En esta ocasión, el equipo habitual de gendarmes ha sido jubilado y sustituido por otro equipo de gendarmes más jóvenes, pero no se resignarán y empezaran cometer locuras. Como puede suponerse, los enredos no tardarán en aparecer y las escenas alocadas serán el plato fuerte de esta distraída cinta.
Tenemos un actor, Louis de Funès, quizás el más taquillero de toda la historia del cine francés, y tenemos una larga serie de películas que protagonizó desde la década de los años 60, hasta principios de los 80. Todas estas películas están cortadas por el mismo patrón, sea quien sea el director de turno.
Seis gendarmes en fuga, sigue fielmente la línea chillona y estridente de todos sus films, algunos de calidad y otros bastante aburridos. Sin ser esta su mejor película, tampoco es de las peores. Es un film bobo, sencillo, tontorron y sin pretensiones, rodado única y exclusivamente para el deleite del ejercito de seguidores de Louis de Funès, y es fruto de una época en que las películas eran sencillas y simples. La cinta es la 4ª de la saga del gendarme y interpretada por los mismos actores de toda la serie. Tiene algunas secuencias divertidas y graciosas, con un guión banal y sin complicaciones.
Recomendación: Para poner la mente en blanco y rellenar 90 minutos de buena risa inocente.

Esta película, cuarta de la saga de "El gendarme" iba a ser la última. Como fin de fiesta, se nota demasiado que pretendían rememorar los viejos gags de las tres primeras y a la vez hilar nuevas situaciones inspiradas en aquellas. Así, volvemos a los nudistas, los líos de tráfico, etc, etc. Incluso tenemos una escena en que DeFunes muestra a Galabru, ambos ya jubilados, una especie de museo del recuerdo de las tres primeras películas, metraje oficial de ellas incluído.
Pero esta película, quizá por eso, quizá como búsqueda de explotar definitivamente la figura del gendarme, queda coja respecto a las anteriores. No es tan divertida como "El gendarme se casa" ni de lejos, y contiene momentos bastante vergonzantes que hoy llamaríamos "fan service".
Nueve años tuvieron que pasar para que Girault y De Funes resucitaran a Cruchot y sus amigos, en una secuela -la quinta- mucho más inspirada, aunque -como toda la saga- igual de intrascendente.

Hasta seis películas tuvo la saga del Gendarme, lo que recuerda a las similares siete entregas de otra similar saga americana, "Loca Academia de Policia", también con altibajos dentro de una divertida intrascendencia.