The Score (2022)

La fusión y mestizaje de géneros es una tendencia desde hace un tiempo en el cine contemporáneo. Se lleva lo de subvertir los géneros clásicos del cine, antes generalmente puros y muy estancos, y ahora en casi permanente deconstrucción.

La película británica 'The Score', presente estos días en el Atlántida Film Fest, juega a esto y se atreve con el mestizaje de géneros, y algunos tan arriesgados como el musical, que mete en la batidora junto al thriller, la comedia o el género romántico, y todo ello con espíritu de cine independiente. Esto último se evidencia en el poco presupuesto que se le adivina, el limitado reparto y la prácticamente única localización.

Y aunque no todos los citados géneros funcionen en esta receta de la misma manera (el musical chirría bastante, por sobrante, y los temas no son gran cosa, además), no le sale mal del todo la mutación de géneros a esta pequeña pero en última instancia curiosa película, que tiene algunas sorpresillas y detalles gozosos, y que recuerda en su punto de partida -salvando las enormes distancias- a la obra maestra tarantiniana, 'Pulp Fiction'.

Casi todo en el interior de un bar de carretera, donde dos tíos, uno más joven (Will Poulter) esperan no sabemos a quiénes, para algo relacionado con dinero sucio. Mientras tanto, el joven se enamora de la chica afroamericana que lleva el bar. Ella parece que también. Pero ella le dice que está liada con una mujer casada. A él no le importa si empiezan una nueva vida.
De vez en cuando cantan, porque es también un musical. Las letras de las músicas son bastantes absurdas, muy artificiales, de esas que se visten de pseudo surrealismo para dar la impresión de profundidad.
Lo del musical no pega nada, pero sin eso la película sería insípida. En conclusión, una idea fallida, aunque las interpretaciones son buenas. Y, a diferencia de otras muchas películas, gana en la última media hora.