La llave mágica (1995)

Es una película infantil, pero que la pueden disfrutar también los adultos.

Empecemos diciendo que los efectos especiales están perfectamente realizados. Las mezclas de personajes en tamaño de juguete y en tamaño natural aparecen filmadas con toda naturalidad. Lo cual tiene más mérito teniendo en cuenta que en 1995 todavía no estaban tan perfeccionadas como ahora las técnicas de filmación con ordenador.

La trama, por otra parte, aunque se mueve por unos derroteros mágicos, está compuesta por situaciones dramáticas completamente humanas e interesantes. Terminas identificándote sin dificultad con las emociones y los sentimientos tanto de las personas de carne y hueso, como de los juguetes de plástico.

Y, por fin, las actuaciones de todos los actores ya sean niños o mayores son convincentes y hasta enternecedoras.

En definitiva, se nota que el guión está muy bien elaborado, y que el director ha sabido enfocar cada escena con un adecuado sentido de verosimilitud. Han realizado entre todos una película muy entretenida y llena de ternura.

Es una película de niños, no vayamos a mear fuera del tiesto.

Muy bien hecha - el efecto de las miniaturas es perfecto - idea original -dentro de lo que cabe - y recomendable.

Quizás el guión peca de falta de acción, un poco insulso, pero con mi visión de adulto tampoco se puede juzgar de manera precisa lo que es un producto para los peques. Recoge el final de ese espíritu de películas familiares de los 80, pero de una forma incompleta - quiero decir que le falta algo para haber sido un clásico -.

De todas formas Oz siempre mete magia en lo que hace. Se nota.

No se puede decir mucho más.