Ankur (1974)

India de los años 50. Se nos presenta un joven estudiante, Surya, con ideas progresistas y con planes ambiciosos para el futuro. Pero su padre tiene otras ideas para él. Su deber es hacerse cargo de las tierras que posee la familia y casarse con una joven adolescente que sus padres han escogido para él, siguiendo el sistema de castas de la época. A regañadientes, se instala el joven con sus revistas modernas, sus camisas blancas y sus cigarrillos finos en un pueblo donde es el señor. Su mentalidad moderna choca con las costumbres tradicionales de la gente rural y rápidamente afloran los conflictos sociales. Su atracción por la criada es evidente des del primer momento y a pesar del escándalo que los dos saben que generará tal relación, él consigue convencerla. Lo que para uno no será más que un pasatiempo mientras espera que su joven futura esposa llegue al pueblo, para el otro devendrá un cambio sin vuelta atrás.

La película es un drama honesto y realista, sin los números musicales o los melodramas típicos del Bollywood de la época. La evolución del joven en su nuevo entorno, las diferencias entre las clases sociales, el tradicionalismo feudal de poder y castas, muchos son los temas que la película toca, pero su verdadero epicentro, en todos los niveles, reside en la criada. Sus primeros planos, sus miradas, sus silencios y sus modales contienen todos los mensajes que la película desea transmitir. Me da la sensación que para el espectador occidental, desconocedor de la mayoría de costumbres y tradiciones de la India, muchos detalles deben pasar desapercibidos, pero incluso así, la película fue capaz de cautivarme completamente. Hasta ahora sólo me había adentrado muy poco en el cine indio de autor, con unas cuantas películas de Satiyajit Ray y poco más, pero está película me ha despertado la curiosidad. Me dejo con ganas de descubrir más sobre el llamado Parallel Cinema.

BdG