Los Irreverentes Hermanos Marx (TV) (1993)

Esperaba encontrarme con la historia de los Hermanos Marx en el cine y me encuentro con la explicación de la pequeña revolución que Groucho provocó en los shows de comedia en la televisión americana. Porque habla de las andanzas de los famosos hermanos después de sus películas, y francamente, Groucho es el único alcanzó cierto éxito, convirtiéndose en un personaje “de moda”. Sin embargo, se echan de menos sus geniales películas, incluso sus inicios.

¿Quiénes eran los hermanos Marx antes de iniciar su carrera como comediantes?, ¿Qué papel jugó Minnie, su madre en ese proceso?, ¿Qué hicieron en sus comienzos?, ¿Cómo llegaron al cine?, ¿Cómo llegaron a la MGM?, ¿Cuáles fueron sus mayores triunfos y sus mayores frustraciones?, ¿Cómo vivían en privado?, ¿Quiénes eran sus esposas y quiénes sus hijos?, ¿Qué hicieron cuando abandonaron el cine?...

Éstas y muchas otras preguntas que podríamos hacernos quienes amamos a los maravillosos Hermanos Marx, tienen una clara respuesta en este logrado documental que además de la abundante información que nos brinda sobre su vida privada, también contiene momentos de su participación en películas que nunca se exhibieron, que nunca pudimos ver… o que nunca se terminaron. Veremos estupendos fragmentos de su labor en televisión: Groucho en, “Apueste usted su vida” (You bet your life) es estupendo, y Harpo, en diversos shows, corrobora que seguía tan fresco como en sus películas.

Sobre su vida privada, conoceremos a la encantadora familia de Groucho y le veremos cantando con su pequeña hija; sabremos bastante de la ejemplar vida familiar de Harpo… y también sabremos de la obsesión por el juego que sufría Chico, sus crisis económicas, y también del gran amor que le profesaban su hija y sus hermanos.

El documental de, David Leaf, nos dejará bien enterados de las muchas cosas que suceden en la vida de un actor y lo que más se aplaude es su objetividad, pues podremos sentir que, Groucho, Chico y Harpo, eran seres humanos con su concreta polaridad, pero, también sabremos del tesón, la disciplina y la constancia con que asumieron el camino al estrellato.

Supieron parar cuando lo creyeron correcto; supieron pasar de la pantalla grande a la pantalla chica sin complejo alguno, y supieron vivir sus vidas de la mejor forma que pudieron, siempre conscientes de procurar para los suyos un poquito de felicidad.

Sus amigos, sus familiares, la gente que trabajó con ellos… dará testimonio de esos cinco… cuatro… tres hermanos que, en los años 30-40 del siglo XX, aportaron al cine un puñado de fabulosas comedias con las que habremos de reír (y sanar) muchísimas generaciones.