Si sangra, podemos matarlo: Así se hizo 'Depredador' (2001)

"No podemos verlo, pero él siente el calor de nuestro cuerpo...el calor de nuestro miedo. Mata por placer, caza por deporte".
33 años y resiste el paso del tiempo como un dolmen pese a los cambios tan monumentales que ha experimentado el gusto del público.

Sencillamente porque son las películas que recordamos haber visto en casa toda la vida, y se nos quedan muy dentro. Es cierto, "Depredador" tuvo su época, los inimitables años '80, y fue un éxito sin precedentes en su paso por la taquilla, y aún más en el mercado del vídeo, sin embargo los que somos fans del cine de acción de antaño, los que no tenemos nada que ver con esta generación actual (y tengo sólo 27 años, que conste) de mariquitas, eternos ofendidos y amantes muerdealmohadas de lo políticamente correcto, sabemos que no nos hallamos ante a una obra maestra del cine, pero sí ante un clásico a su modo.
El VHS todavía anda por mi casa, seguramente escondido en algún rincón de una estantería, y muchas han sido las veces que la he puesto en ese milagro de hace cuatro décadas llamado aparato de vídeo, el cual todavía me da el gusto de funcionar y así dejar que vea ciertas películas en un doblaje hoy modificado para sus reediciones y más acorde a los tiempos. Mi padre se ha conformado con tener el VHS y tirando millas, pero yo preferí hacerme con una de esas ediciones especiales en DVD.

Este "making of" que nos ocupa es el mejor extra. Data de 2.001 y viene firmado por el director y productor ejecutivo Jeffrey Schwarz, todo un experto en el mundo de los documentales sobre cine (figura en los de clásicos como "Terciopelo Azul", "Fargo", "El Silencio de los Corderos" o "Pesadilla en Elm Street"). "If it Bleeds We can Kill It" nos brinda un vistazo concienzudo a la concepción, preparación, rodaje y opiniones sobre el trepidante y violento "thriller" de John McTiernan, para quien se trataba tan sólo de su segundo proyecto cinematográfico.
Empieza por cómo el guión fantasma de los hermanos John y Jim Thomas pasó de manos hasta llegar a las del productor Joel Silver y el peligro que supuso el agotamiento de fondos; también nos metemos en plena jungla mexicana, conociendo de primera mano el rodaje tan duro que el equipo vivió, aunque soportado por la profesionalidad y la camaradería. Un equipo, en su lado artístico, compuesto por un grupo salvaje que dejaría en mantillas al de Peckinpah, con gente como Jesse Ventura, que militó en los Navy Seals, o Richard Chaves, que combatió en Vietnam (¿que podía enseñar McTiernan a estos tipos sobre la guerra?).

En este ámbito se destaca sobre todo la figura de Schwarzenegger, elogiado por su carácter amable, atento y nada soberbio (no se puede decir lo mismo de Stallone ni de Seagal). Schwarz recoge el testigo del momento, con imágenes de archivo de la época y con entrevistas más modernas para conocer las opiniones y anécdotas de aquellos que la protagonizaron y realizaron, desde actores hasta gente del equipo técnico (las más divertidas son la competición de bíceps entre Ventura y el austriaco o cómo indujo éste último a Carl Weathers a fumar puros sin parar).
Hasta nos detenemos en la buena labor del genio Stan Winston en los efectos especiales, y eso incluye conocer el parón que sufrió el rodaje para modificar el diseño del alienígena, a priori horroroso, a quien dio vida el actor Kevin Peter Hall (lo que no se nos cuenta es que Jean-Claude Van Damme lo hizo antes que él, pero se acabó largando...).

En resumen un documento interesante para los fans de este clásico imperecedero (aunque no perfecto) de la acción de los '80.
Titulado además con una de las frases más míticas del mismo: "Si sangra...podemos matarlo".