- Sinopsis
- Adaptación de la obra de teatro homónima de Jardiel Poncela. Pepe (Fernán Gómez), un marido dominado por su autoritaria esposa muere víctima de un ataque cardíaco el día en que ella le obliga a afeitarse la barba para acudir a un baile de disfraces vestido de torero. Su espectro empieza a provocar los más inesperados enredos hasta que, finalmente, consigue materializarse e instalarse en la casa con el fin de recuperar a su mujer, que acaba de casarse con su mejor amigo (Fernando Rey). (FILMAFFINITY)
- Género
- Comedia
- Dirección
- Reparto
- Año / País:
- 1957 / España
- Título original:
- Un marido de ida y vuelta
- Duración
- 94 min.
- Guion
- Música
La muerte tiene una sola cosa agradable: las viudas. Jardiel Poncela dixit.
7 de marzo de 2009
Entretenida, divertida y fiel adaptación de la obra homónima de Enrique Jardiel Poncela (uno de los más grandes, agudos y mordaces de la literatura humorística española), que para el que no conozca ni haya visto la obra de teatro que adapta, nos narra una historia de corte fantástico, con toques surrealistas, con un reparto escogido entre los mejores actores de la época y en la que hasta los abundantes toques misóginos (presente en toda la obra del autor, debido a “sus problemas con las mujeres”), consiguen arrancar una carcajada al feminista más recalcitrante.
Aprovecho la tribuna que se me brinda, para recomendar 3 de los libros más divertidos que he leído en mi vida, todos ellos del bueno de Jardiel: La tournée de Dios, El libro del convaleciente y Exceso de Equipaje, editados en Biblioteca Nueva a precio asequible.
Absolutamente recomendable.
Aprovecho la tribuna que se me brinda, para recomendar 3 de los libros más divertidos que he leído en mi vida, todos ellos del bueno de Jardiel: La tournée de Dios, El libro del convaleciente y Exceso de Equipaje, editados en Biblioteca Nueva a precio asequible.
Absolutamente recomendable.
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12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un torero no puede llevar barba.
15 de octubre de 2009
¡Españoles todos! Este es el cine de antes, de inspiración comedia norteamericana: negocios, fiestas, amigos, mujeres alegres dominantes y el toque fantasmal.
Se me ocurre que podía ser también el reparto: Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall.
La intención es buena, con eso vale, se dice, y tiene alguna que otra ocurrencia como cuando le da el ataque al corazón al marido:
-Tranquilo -le dice el amigo- que ya viene el doctor Estebanez.
-No, por favor, Estebanez no, quiero morir de forma natural.
En el guión y la dirección se esmeraron, de acuerdo, los actores cumplen, pero hubiera sido perfecta con un esfuerzo mayor que aumentara el humor, en subirlo de revoluciones, objetivo final de este cine de diversión que da y daba para un poquito más.
Se me ocurre que podía ser también el reparto: Rock Hudson, Doris Day y Tony Randall.
La intención es buena, con eso vale, se dice, y tiene alguna que otra ocurrencia como cuando le da el ataque al corazón al marido:
-Tranquilo -le dice el amigo- que ya viene el doctor Estebanez.
-No, por favor, Estebanez no, quiero morir de forma natural.
En el guión y la dirección se esmeraron, de acuerdo, los actores cumplen, pero hubiera sido perfecta con un esfuerzo mayor que aumentara el humor, en subirlo de revoluciones, objetivo final de este cine de diversión que da y daba para un poquito más.
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