Fuego (1964)

Tiene alguna importancia porque se trata de una de las primeras películas de terror españolas, junto con "Ella y el miedo" y "La cara del terror". Fue filmada en color cuando el género nacía en España, hacia principios de los sesenta. El argumento resulta interesante, pues se centra en la venganza de un hombre convertido en monstruo al quemarse el rostro por culpa de su amante.
El ritmo es desigual y no se corresponde con el mejor pulso narrativo de Julio Coll, el exhibido en otros films policíacos como "Distrito Quinto" o "Los muertos no perdonan". El guion sufre desniveles. Cansa un tanto en el relato amoroso y se anima en las secuencias de los incendios. El desenlace es coherente, pero estéticamente pobre. A pesar de ser una coproducción hispano-norteamericana distribuida internacionalmente se queda en un digno producto B al que le falta garra para ser una buena película.

Curiosa co-producción entre España y USA, que no logra convencer del todo, aunque contiene diversos aciertos.
Podría haber sido mejor... pero también peor.
Sucede que es digna, por supuesto, quizás no del todo original, pero sí que es seria en su concepción y desarrollo. Sin embargo este último, el desarrollo de la trama, resulta irregular por demás, con intensos momentos, como los de los incendios, junto a otros algo indefinidos en el tono y en la forma.
Digamos que es, y se nota, un film barato, modesto mejor dicho... y se nota en la producción, con pocos elementos, aunque resulte más o menos interesante por saber cómo finalizará todo. Y el final es, para mi gusto, algo apagado.
Exteriores en Viveiro, Lugo, Galicia (España) y mezcla de ilustres veteranos yanquis (grata presencia del siempre eficaz Barry Sullivan), e intérpretes españoles.

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