Cut Bank (2014)

Durante gran parte de su metraje, Cut Bank aspira a convertirse en una pequeña joya independiente. Por alguna razón que no alcanzo a comprender, llega el momento en el que el guionista toma una decisión que deshumaniza a su personaje clave, y pierde el control de la narración.

De repente, el buen trabajo realizado hasta ese momento se desmorona parcialmente, dejando un sabor a decepción en el paladar. A pesar de sus defectos, 'Cut Bank' se disfruta a lo largo de sus primeros sesenta minutos, gracias a un guión tan retorcido como sorprendentemente sólido, y a unas interpretaciones convincentes entre las que destacan la de Liam Hemsworth y John Malkovich.

La extraña combinación entre el film noir y el thriller rural dan como resultado la atmósfera ideal para la ejecución un plan perfecto sobre el papel, y calamitoso en su ejecución, en el que se aprecian reminiscencias de 'Twin Peaks' y 'Fargo'. Aunque no le hubiera venido mal una reescritura a su guión, 'Cut Bank' se ve con agrado.

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La crítica no es del todo entusiasta con este thriller rural a lo Coen, pero a mí Cut Bank me ha parecido estupenda. La historia ocurre en la América profunda, en un pueblo de 3.000 habitantes, en el que nunca ha habido un homicidio. Un chico quiere escapar de un destino cargado de mal rollo, y en su afán por hacer realidad sus sueños desencadena una serie de truculencias. En ellas intervienen un sheriff paternal que vomita cuando ve un muerto, un taxidermista de lo más siniestro, un cartero borracho, un indio de la reserva cercana, un funcionario de correos que se cree superior por venir de un sitio algo más grande y unos cuantos pueblerinos de libro: el despótico padre de familia, la novia adorada, la ex miss que sirve copas, la proba funcionaria de correos, unos chicos que juegan al balón... Todos ellos están magníficamente retratados e interpretados, y se desenvuelven en escenarios decorados con acierto e imaginación (la casa del taxidermista y la sorpresa que esconde son de una plasticidad espectacular).

El guión va dando vueltas de tuerca a la idea de que en aquel tranquilo pueblecito pueden pasar cosas muy gordas, hasta llegar a un final que no es solo sorprendente, sino que consigue que la película acabe al alza, despegando decididamente del género crimen chapucero y dando una pincelada adicional de acidez a la reflexión que provoca la historia sobre lo que puede esconder la América profunda.